La gobernadora Vidal ha colocado al coronel de caballería (RE) Fernando Diotti a cargo de Ferrobaires, y en cargos jerárquicos a ex militares como los coroneles Federico Luis Mourglier y Juan Carlos Bertolini, entre otros, al tiempo que están en peligro centenares de puestos de trabajo con el traspaso de la empresa del ámbito provincial al de Nación. SOFSE, por su parte, que gestiona todas la líneas de trenes urbanos y provinciales, ha nombrado al teniente Alejandro Saint Jean (hijo de un represor de la dictadura) a cargo de la seguridad de todos los ferrocarriles. El gobierno, que se propone recomponer la autoridad de las Fuerzas Armadas, pone militares en los ferrocarriles para avanzar en su plan de vaciamiento y de ajuste.

 

 

Vaciamiento y negociados en Ferrobaires

 

Vidal le dió salida a Roberto Maltana, un ex ejecutivo de Taselli, que Scioli puso a cargo de Ferrobaires, pero continuó con la política de negociados y vaciamiento; concretó recientemente un convenio de tercerización para alquilar locomotoras a seis empresas contratistas ligadas al Grupo Macri, Cristóbal López y Lázaro Báez, algunas de ellas acusadas de la instalación de 50 mil durmientes de cemento que se fisuraron, lo que derivó en la paralización de los trenes a Mar del Plata. Vidal, que mantiene todos los servicios de Ferrobaires suspendidos, continúa el vaciamiento que “heredó” de Scioli.

 

La “Unidad de Transferencia Operativa” (UTO) que crearon Macri-Vidal, tendrá un plazo de 180 días para definir el traspaso de los servicios y los 2.700 empleados de Ferrobaires a las empresas estatales Sofse y ADIF. El gobierno ya adelantó su intención de despedir masivamente, al afirmar que los cinco ramales pueden funcionar con 800 trabajadores.

 

 

El gobierno, con militares y la burocracia, contra los trabajadores

 

El gobierno no sólo suma militares a la dirección de los ferrocarriles, sino que hace unos meses también incorporó al directorio de Trenes Argentinos, al Secretario General de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, y a un representante de la Fraternidad, que han sido cómplices del larguísimo vaciamiento, y que vienen de sellar un acuerdo salarial a la baja de manera inconsulta, y se mantienen en la parálisis ante el peligro de despidos masivos en Ferrobaires.

 

Frente a la tregua de las direcciones gremiales con el gobierno, hay que impulsar la autoconvocatoria de los trabajadores en asamblea para exigir la continuidad laboral y salarial de todos los compañeros de Ferrobaires; que se abran los libros de la empresa para descubrir los verdaderos responsables del vaciamiento, y que los empresarios, funcionarios y sindicalistas que vaciaron la empresa estatal paguen de su patrimonio; rechazamos cualquier reducción de servicios.