Malvinas: Eduardo Menem reclama la intervención norteamericana
La cobardía política del nacionalismo
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El hombre que “aclara” las palabras de Carlos Menem se reunió días pasados con los ex-embajadores argentinos que integran el Consejo para las Relaciones internacionales (CARI), un organismo considerado muy importante “por la cercanía de sus miembros con el Departamento de Estado (yanqui)” (El Heraldo, 4-4).
Ante esta dependencia del gobierno norteamericano Eduardo Menem se explayó sobre el tema Malvinas, junto a “personalidades" como Roberto Alemann, Aja Espil y Ángel Robledo. El senador dijo que el justicialismo en el gobierno “prevé un rol protagónico de los Estados Unidos como mediador entre nuestro país y Gran Bretaña en torno del conflicto de Malvinas”. Para Eduardo Menem, está “agotada la tradición diplomática argentina de recurrirá las Naciones Unidas para obtener el pronunciamiento en favor de las negociaciones. Con eso no alcanza y ahora más que nunca Estados Unidos puede jugar un gran papel”.
¿Saldrá ahora Carlos Menem a “aclarar” los dichos de su hermano?
Estas aclaraciones confirman que el Menemismo sigue enhebrando los pasos de una tratativa directa con la Thatcher, bajo el patrocinio de Bush. A fines del año pasado, durante su visita a Europa, el candidato peronista había planteado públicamente su disposición a negociar con los ingleses “sin precondiciones de soberanía”, argumentando que este era el único camino viable para “intensificar las relaciones económicas con Europa” y atraer sus capitales. Eduardo Menem “aclaró" posteriormente estas declaraciones y al recorrer la Patagonia Carlos Menem volvió a dar rienda suelta a la demagogia nacionalista. Habló de recuperar con "sangre” las islas y expropiar los bienes de la corona en el sur. aunque reconociendo que desconocía la existencia efectiva de estas propiedades. Menem sabe que las bravuconadas malvineras solo forman parte del torneo electoral y que luego del 14 de mayo pondrá en marcha la negociación con los colonialistas yanquis o ingleses. Ahora el hermano senador confesó abiertamente que evitaran rodeos y se empeñarán en tratativas con el imperialismo, aún más que lo hecho por Alfonsín-Caputo. Por este camino el Menemismo se dispone a avanzar por la vía que ya estaba transitando el Justicialismo a través del gobernador Bordón, que tiene establecido de hecho un gabinete compartido con Caputo y que ha refrendado toda la política alfonsinista de sometimiento a la sucesión de atropellos británicos en el Atlántico sur. El cercenamiento de la jurisdicción pesquera, el incremento de maniobras militares y el viaje del Indiana no se conciliaron sin el visto bueno de la diplomacia radical-justicialista. A siete años del 2 de abril la línea común de toda la burguesía es la capitulación frente al imperialismo en la más sensible de todas las reivindicaciones nacionales pendientes. Néstor Vicente de la Izquierda Unida también se ha acoplado a esta tendencia proclamándose partidario de "presionar" por las Malvinas en los toros internacionales Este es el conocido camino de la frustración nacional y de la diplomacia secreta a espaldas de los pueblos. La recuperación de Malvinas jamás se logrará por esta vía. Será obra de la lucha antiimperialista de todos los trabajadores latinoamericanos y del proceso de formación de los Estados Unidos socialistas de América Latina.