Políticas

16/7/2009|1091

Manzur, el elegido

Tribuna de Salud

De la Iglesia, la medicina privada y la burocracia sindical


La trayectoria del flamante ministro de Salud, Manzur, constituye la defensa del conjunto de la burguesía, los partidos patronales y el centroizquierda.


Manzur se formó en Isalud, la universidad privada de Ginés González García, ex ministro de salud de Duhalde y Kirchner. Se trata del ministro que afirmaba que "en el país sobran médicos" y alentaba a la UBA para que imitara el examen de ingreso de La Plata, Córdoba y Rosario. Ambos son representantes del limitacionismo, la Coneau y la educación privada.

Manzur, Ginés, Kirchner y Heller, seguidos por una larga tropa de "progres", son fervientes defensores de las políticas desarrolladas en la conferencia de Alma Ata (Kazajastán 1978), que se materializan en la atención primaria (primitiva) de la salud, descentralización hospitalaria, acuerdo con los organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, FMI) y los pulpos farmacéuticos.


Manzur pasó la prueba en su paso por La Matanza, donde dirigió la APS del distrito del entonces intendente K, Alberto Ballestrini. Fue un "éxito" en materia de recorte presupuestario y precarización de las condiciones sanitarias y laborales.


Eso lo catapultó a la vicegobernación de Tucumán, capital de la desnutrición. Allí consolidó su aprendizaje en materia de adulteración de estadísticas y así "redujo" la mortalidad infantil.


Pero Manzur es, antes que nada, un hombre de la Iglesia. Su acérrima posición antiabortista lo llevó incluso a distanciarse de Ginés. Manzur tiene en su provincia los índices más altos de mortalidad por abortos clandestinos.


El kirchnerismo ha sido liquidado en estas elecciones y su camarilla se encoje. Ha colocado a un hombre de Duhalde, la Iglesia y Alperovich en el Ministerio de Salud.


La crisis del dengue y la gripe porcina se la llevaron puesta a Ocaña, que acumulaba una pelea con la burocracia sindical por la caja de las obras sociales y la efedrina. Un buen gesto para la CGT luego de la derrota electoral, no sólo para Moyano; también para Barrionuevo, Venegas (rurales) y Caló (UOM).


El kircherismo ya agotó todos sus cartuchos en materia sanitaria, pero el centroizquierda se muestra incapaz de presentar una alternativa propia.


Los representantes del capital se desvanecen en medio de esta gripe capitalista.


Nuestro partido tiene un programa frente a la gripe porcina y la bancarrota histórica del capital.


Lucharemos para que el conjunto de los explotados lo hagan propio.