A mediados de enero, los empresarios del transporte pidieron el aumento de la tarifa de 1,80 a 2,35 pesos (el 30%). Este aumento pretendía compensar los “viajes gratuitos” que se otorgan a discapacitados, alumnos de primaria, secundaria, docentes y auxiliares.

Los empresarios se olvidan de los 70 millones de pesos en subsidios que les otorga la Secretaría de Transporte de la Nación, sumas que fueron creciendo un 300% a partir de 2005. Cobran los pasajes por adelantado y no cumplen con las condiciones de prestación.

Las organizaciones sociales se pusieron en movimiento para frenar el aumento, mediante asambleas, petitorios firmados por la población, manifestaciones frente a la Municipalidad, denuncias públicas, recorrida por los bloques del Concejo.

El miércoles 9, la comisión de transporte del Concejo Deliberante se negó a recibir a los manifestantes. A la tarde, en una reunión trucha, Acción Marplatense (AM), partido del intendente aliado de Scioli) y el FPV (que dio quórum) aprobaron el aumento en 2,10 pesos y dieron pie a que se trate sobre tablas.

El viernes 11 se convocaba a una manifestación frente al municipio, para ingresar cuando se tratara el aumento. Una patota de la UTA ingresó más temprano a la sala del Concejo, bloqueando la puerta de acceso. En la puerta de la Municipalidad se encontraba la policía y frente al municipio la burocracia de diferentes sindicatos de la CGT. Al mediodía, cuando los manifestantes intentamos ingresar al municipio, una barrera formada por los burócratas nos impidió el paso, hubo forcejeos, empujones y algunos golpes.

El aumento del boleto se trató y aprobó cerca de la medianoche, intentando restringir el ingreso de los vecinos y manifestantes que durante 13 horas, esperaron el circo deliberativo. La patronal del transporte recibió un premio adicional, al incorporarse un artículo que abriría la puerta para un nuevo subsidio, esta vez, para la instalación de las monederas.