Políticas

26/12/1996|525

Markovic y Perversi ofrecen un plato recalentado

En los diarios del 23/12, una noticia sensacionalista ganó los principales espacios: Perversi, funcionario de la Intervención del PAMI (y del ANSeS), habría descubierto con su equipo de auditores irregularidades de todo tipo, que dieron lugar a una denuncia penal. Clínicas que no existen, prestaciones que no se brindan, malos servicios, ambulancias deterioradas y afiliados que pertenecen simultáneamente a otras obras sociales.


Es falso, sin embargo, que estos datos sean fruto de las investigaciones de Perversi y sus carísimas consultoras. Son datos recontraconocidos en el PAMI, elaborados por las auditorías internas del instituto. La mayoría de esos informes fueron‘cajoneados’, en su momento, por los interventores y los funcionarios políticos del PAMI, que estaban en connivencia, profesional, política y especialmente económica, con los prestadores (‘retornos’). Los contratos del PAMI fueron siempre establecidos por los propios prestadores, o sea, los pulpos de la medicina privada (sanatorios, clínicas, laboratorios, proveedores de aparatología y descartables médicos, etc.). Los funcionarios políticos del PAMI eran los representantes de esas camarillas empresarias. Se hacían adelantar las cápitas de los contratos, a veces por varios meses. Los contratos contaban con ‘acreditaciones’ extras, por ‘calidad de atención’, arbitrariamente distribuidas, de donde se cobraban los ‘retornos’.


Las irregularidades más grandes, entonces, las de más peso económico, son las generadas o permitidas por las propias intervenciones del gobierno mandante de los Markovic y Perversi. No son, como se lo quiere mostrar, responsabilidad de los trabajadores. No son las Matildes, ni los Alderetes, ni los Maldonados, los que irán presos, porque entre bueyes no hay cornadas, y mucho menos Menem, o los jefes del PJ, ‘la corona’ para quienes robaban los interventores. El propio interventor Abad realizó un informe en su momento, donde estaban todos estos datos que ahora se muestran como originales. Markovic y Perversi no inventan nada. Lo que muestran son platos recalentados, que pretenden justificar los sueldazos de ellos (Perversi 19.000 dólares) y de las consultoras que ellos manejan, pagadas en varios millones de dólares, con dinero del propio PAMI.


Fuera los ‘ñoquis’ Markovic y Perversi; que se los investigue por malversación de fondos públicos y mal desempeño de sus funciones. Investigación por parte de jubilados y trabajadores del manejo de todas las intervenciones del PAMI. Y allí veremos si hay que despedir trabajadores o hay que mandar en cana a toda esta “runfla”.