Martilleros públicos

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Por cualquier lado que se mire, el país está en completa bancarrota.
Salta, Tucumán y Chaco están en cesación de pagos. Los bancos de estas Provincias no tienen dinero para rescatar los bonos que emitieron en su momento para sustituir los j australes que no tenían. Como consecuencia se han dejado de pagar los sueldos y están paralizadas las transacciones económicas.
Las obras sociales están totalmente vaciadas y algunas han comenzado a dejar de funcionar. En Santa Fe, por ejemplo, hay 32 gremios que tienen los servicios cortados. Los médicos han amenazado con cesar las prestaciones en protesta por los bajísimos honorarios que perciben. En el PAMI el gobierno tuvo que aplicar un esquema de emergencia ante la inminencia de una paralización de los servicios.
Las obras públicas y de vivienda están paralizadas. Este año se prevén construir 40.000 viviendas populares cuando el aumento anual del déficit habitacional es de 200.000, sobre un faltante de más de 3.000.000 de viviendas. Centenares de familias se han visto obligadas a ocupar tierras en la Provincia de Buenos Aires.
El gobierno está negociando la refinanciación de 3.000 millones de dólares que corresponden a los intereses de la deuda de este año. Para acceder a ello, el FMI exige una mayor devaluación del austral, nuevos aumentos en las tarifas e impuestos y una profunda desvalorización del salario. No solamente esto. Reagan mandó a su subsecretario R. Gelbard para trocar el apoyo del FMI a cambio de un completo alineamiento internacional de Argentina con Estados Unidos.
De la bancarrota al remate
El país está quebrado. Las “soluciones" que idea el gobierno pasan todas por el remate de la soberanía nacional y la superexplotación de los trabajadores. Succión permanente del salario; bonos que el Estado paga a tasas siderales y que confiscan a buena parte de la pequeña y mediana industria. Ahora, a través de la capitalización de la deuda, el gran capital nativo y extranjero troca una deuda externa sin valor por empresas nuevas o en funcionamiento, gracias a un dinero mayoritariamente puesto por el propio Estado.
Las “soluciones” de remate para Salta y Tucumán son el modelo: aumento de la edad para jubilarse, anulación de los aumentos salariales, despidos de empleados públicos, y en contrapartida, aumento del precio del azúcar, es decir, rescate de la oligarquía azucarera.
Cafiero
La casi totalidad de las provincias están gobernadas por el justicialismo y la política, que aplican no es distinta de la nacional. En Tucumán y Salta los que plantean las cesantías y el congelamiento salarial y los beneficios para la oligarquía son los gobernadores justicialistas.
Hace más de dos meses que Cafiero asumió la gobernación bonaerense y su impotencia es manifiesta. Las obras públicas están paradas, no se hace nada en materia de viviendas y menos en la creación de nuevos puestos de trabajo. Cafiero se escuda en la falta de fondos; lo mismo que dice Alfonsín. Esos fondos están no pagando la deuda externa y poniendo fin a los subsidios al capital, como los está pagando el Banco Provincia de Cafiero.
Las ocupaciones de tierra en la Provincia de Buenos Aires produjeron una crisis en el cafierismo que, de entrada, buscó enfrentarlas con la policía y los jueces. Tuvo luego que conciliar con las ocupaciones por la intransigencia de los pobladores y prometer ahora un plan Pro-Tierra que está lejos, muy lejos de solucionar el problema de los asentamientos.
En los próximos días las tendencias a la carestía y a la crisis económica se han de acentuar. La vuelta de Sourrouille de Estados Unidos traerá un nuevo “tarifazo”.
El PARTIDO OBRERO llama a los trabajadores a debatir la forma, el programa y los métodos para enfrentar todo este curso antinacional y antiobrero.
Llama a reclamar a las organizaciones sindicales la lucha por un aumento de emergencia que compense la carestía de los últimos meses. En vísperas de paritarias es necesario que los representantes sindicales sean elegidos por las bases y los anteproyectos de convenio votados en asambleas.
Llama a votar un plan de lucha contra el nuevo tarifazo.
El PARTIDO OBRERO denuncia la traición del cafierismo a los objetivos nacionales y llama a la lucha por la expulsión del FMI, del imperialismo, y el no pago de la usurera y esclavizadora deuda externa.