Políticas

11/11/2004|876

Masacre en Falluja

Fuera Yanquis de Irak

El imperialismo norteamericano es­tá descargando un despiadado ataque sobre Falluja, la cabeza de la rebelión nacional iraquí contra la ocu­pación. Las pocas informaciones que lo­gran superar la censura, dan cuenta de una masacre sin precedentes de la po­blación civil.


En la ciudad permanece aproximada­mente la mitad de su población habitual (300.000 personas), en su mayoría las ca­pas más empobrecidas. Según los propios norteamericanos, “los que no se fueron es porque no tienen dinero”. Los ocupantes han cortado el agua, la electricidad y el servicio telefónico. El bombardeo es un verdadero diluvio de fuego: los testigos contabilizaron 60 obuses por minuto. ¡Una bomba cae sobre la ciudad cada se­gundo!


La situación sanitaria, según un médi­co de la ciudad, “es una tragedia”. No hay un sólo cirujano en Falluja. Las ambulan­cias y los médicos son tiroteados (un “mé­todo” frecuentemente utilizado por los sionistas en sus incursiones en Cisjordania). Los heridos no pueden llegar a las clínicas y se desangran en sus casas. Otro testigo afirmó haber visto “cientos de cuerpos en las calles”.


La población civil es el blanco princi­pal de la invasión. Para ocultar la ma­sacre, el primer objetivo de los atacan­tes fue la ocupación del hospital central de Falluja. Para impedir que se repitie­ra lo que había sucedido durante la in­vasión de marzo: desde el hospital se di­fundieron informaciones sobre las ma­sivas bajas civiles que obligaron a dete­ner el ataque. Otra clínica fue bombar­deada. Para reforzar la censura, el go­bierno títere estableció un estricto con­trol sobre las informaciones de Falluja.


Se combate casa por casa. En su avan­ce, los tanques abren paso a los marines disparando contra las viviendas que se encuentran frente a ellos. En esas casas bombardeadas, se refugia la población aterrorizada. La aviación y la artillería preparan el avance de los tanques con fuego continuo. Las víctimas debajo de los escombros son, por lo tanto, incontables.


Fuera yanquis de Falluja. Fuera yan­quis de Irak. Viva la rebelión iraquí.