CORDOBA

A una semana de aprobada la "ley Monsanto", en medio de una brutal represión descargada sobre los manifestantes y las asambleas populares que expresaron el rechazo a la ley, las calles de Córdoba fueron copadas nuevamente por cientos de jóvenes, organizaciones sociales y de izquierda para denunciar el carácter represivo del gobierno, para terminar con la impunidad y exigir la derogación del Código de Faltas. A la marcha, convocada desde hacía más de un mes, se sumó el rechazo a la ley provincial de ambiente.

La columna fue encabezada por familiares de Lautaro Torres, Exequiel Barraza y Ezequiel Avila, víctimas de gatillo fácil; y se destacó una activa presencia de la Asamblea de Malvinas Argentinas y miembros de demás asambleas ambientales, así como también el Colectivo de Jóvenes, quienes organizan la "marcha de la gorra" contra el código de faltas todos los años. El acto de cierre se realizó en las puertas de la Policía Federal para repudiar no sólo el accionar impune de la narcopolicía cordobesa, sino también la represión sufrida por las organizaciones sociales en Buenos Aires, cuando se solidarizaron con la lucha contra Monsanto.

El documento común leído realizó una contundente denuncia contra el avance de las políticas represivas por parte del gobierno provincial, denunció el carácter descompuesto del aparato policial y sus lazos con el narcotráfico, las redes de trata y el crimen organizado, y finalmente denunció los intentos de reforzar este aparato descompuesto por parte del gobierno de De la Sota para hacer pasar medidas de ajuste y proyectos antipopulares que son activamente resistidos por los cordobeses.

Las organizaciones convocantes se pronunciaron contra el ataque a la banca del Frente de Izquierda descargada por peronistas y radicales, señalando que se trata de una maniobra política digitada desde el ejecutivo provincial, con el único objetivo de combatir a la única oposición política, y avanzar en la instalación de Monsanto

Cintia Frencia,
legisladora del Frente
de Izquierda