El viernes 10, la policía de Santa Cruz produjo una grave represión en ocasión del cierre de la paritaria de la administración pública, cuando centenares de autoconvocados rechazaban el “acuerdo salarial” de miseria.

En repudio a la represión, el lunes 13 se concretó un paro provincial docente, convocado por Adosac, y se paró también en la administración provincial, llamado por los autoconvocados.

Una masiva concurrencia al acto central derivó en una marcha de más de mil trabajadores a la jefatura y a la Casa de Gobierno. El reclamo unánime era la expulsión del jefe de policía represor, Jorge Hassan, involucrado en casi todos los atropellos de los últimos años, y del ministro de Gobierno, Daniel Slopper, quien avaló la represión. Miguel Del Plá, en nombre del Partido Obrero, intervino en el acto, en el cual hablaron también dirigentes de Adosac, de los Autoconvocados de ATE, entre otros.

La crisis política tiene también sus derivaciones en la propia policía, la que en estos días estuvo a punto de acuartelarse por reclamos salariales.

La marcha copó los jardines de la Casa de Gobierno durante horas. La policía debió retirarse del lugar. En esas 72 horas, el gobernador Daniel Peralta estuvo en silencio, pero después de la marcha no le quedó más remedio que salir a pedir “disculpas” por la represión. Dos días después, renunció el jefe de policía.

El reemplazante de Hassan, de todos modos, ha justificado la represión en forma vergonzante y el ministro Slopper sigue en su puesto. Las “disculpas” han sido pura hipocresía y maniobra política.

Los Autoconvocados, entonados por el triunfo que significa haber echado a Hassan, han realizado un nuevo paro y movilización el miércoles 22, para reclamar la reapertura de las negociaciones salariales.