Una marcha a Plaza de Mayo

Los obreros de Massuh cortaron las rutas dos veces en una semana en defensa del derecho al trabajo. La región toda es un epicentro de las suspensiones y los despidos. Las suspensiones en el gremio papelero de la zona sur son parte de las 15.000 suspensiones y despidos que hay en el triángulo Quilmes, Berazategui y Varela.

El jueves 9, un centenar de trabajadores cortó el Camino General Belgrano. Hace rato que el gobierno comunal dejó de lado la propuesta de una cooperativa y apoya los “subsidios salariales” de 600 pesos (virtuales planes Trabajar). El propio “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes, fue al corte para pedir su levantamiento con “promesas” de sumas parciales de pagos que se siguen estirando en el tiempo. El fracasado operativo de ablande busca el desgaste.

El domingo 12, Massuh volvió a la ruta, esta vez para cortar la rotonda de Alpargatas, frente a un impresionante despliegue policial que incluyó un cordón armado con lanzagases y cuatro colectivos con efectivos. A pesar de la intimidación de la infantería, los trabajadores rebalsaron una y otra vez la calzada.

Los Alari y los Rico

La dirección del sindicato papelero levantó el plenario de delegados de la región (que habían reclamado insistentemente los compañeros de Massuh) y lo “trasladó” a un plenario de congresales en La Falda, a casi mil kilómetros de la fábrica; ni siquiera invitó a la Interna de Massuh. Es un acto de provocación contra una lucha que lleva ya cuatro meses.

Los Alari y los Rico convocan a La Falda para apoyar las quitas salariales y para anotarse en los “programas de recuperación productiva” que les permiten manejar los subsidios que ofrece el Estado. Ahora que Massuh dice “haberse desvinculado” de la planta, la burocracia se metió de lleno en allanarle el camino al “nuevo inversor”, que pretende reducir el plantel de trabajadores a la mitad.

Alari y Rico se fugaron a Córdoba para no poner la cara. Pero la distribución y manejo de los 600 pesos del subsidio estatal (Massuh no paga más los sueldos) ha desatado una puja entre la burocracia sindical (alineada con los disidentes del PJ) y la intendencia por el control de los fondos.

Marcha a Plaza de Mayo

Los dos cortes han vuelto a plantear la importancia de organizar una gran marcha a Plaza de Mayo. El descabezamiento de Massuh plantea la nacionalización de la fábrica para que la gestionen los trabajadores, de lo contrario, será entregada a una ‘nacionalización’ (cesantías) y a un chupa subsidios. Los subsidios, los retiros voluntarios, y las suspensiones rotativas y los planes de “reestructuración” no son una salida sino un desangre. Es necesario concretar el encuentro de comisiones internas, delegados, organizaciones para ponerle fecha a una gran movilización.

¡Viva la lucha de los obreros de Massuh!

D.M.R.