Políticas

18/10/2022

Máximo Kirchner: otra vez las sumas fijas y ahora el “ajuste voluntario”

El líder de La Cámpora intentó disimular la política fondomonetarista como una “contribución a la patria”.

Máximo Kirchner.

El discurso del presidente del PJ bonaerense y referente de La Cámpora, Máximo Kirchner, en Plaza de Mayo, buscó ocultar la naturaleza de un gobierno ajustador. A Máximo no se le ocurrió mejor cosa que alegar que “los trabajadores aceptaron durante la pandemia un descuento en sus salarios” como una “contribución a la patria”, justamente un dia que supone un protagonismo de los trabajadores, escondiendo la verdadera confiscación de la política de gobierno en favor del FMI y las patronales.

El mismo tuvo lugar en oportunidad de la realización de uno de varios actos del peronismo, dividido, el pasado 17 de octubre, en conmemoración del “Día de la Lealtad Peronista”, contando con la presencia de algunos intendentes y referentes sindicales como Pablo Moyano y los dirigentes de ambas CTAs, Hugo Yasky y  Hugo “Cachorro” Godoy.

Máximo volvió a colocar en agenda la orientación de proceder a un aumento salarial por medio de sumas fijas, señalando que “los trabajadores están esperando que dejen de traicionarlos”. Aunque no terminó de precisar si la traición vendría de parte del gobierno que integra o de la burocracia sindical que lo acompaña y la que no.

El recorte e los salarios de los trabajadores durante la pandemia fue puesto en función de evitar las pérdidas de los capitalistas, los mismos que ahora -con la reactivación- se niegan a pagar mejores salarios y aumentos a la altura de la inflación. Lo de Máximo es un eufemismo que busca ocultar el ajuste en manos del gobierno de Alberto y Cristina, y el sometimiento ante el FMI, y los favores a los capitalista.

Lo único fijo es el ajuste

El planteo kirchnerista –y de algunos otros- de ir a una “recuperación salarial” por vía de la implementación de sumas fijas sirvió para reconocer el “ahogo al que están sometidas” las familias obreras, pero implica un nuevo capítulo en el ajuste oficial, con un aumento digitado por el gobierno, que ponga fin a las negociaciones paritarias, y el achatamiento de las escalas salariales.

Esta orientación aparece en momentos donde la paritaria de los trabajadores del neumático (Sutna) quebró el techo del 100% de aumento anual y conquistó una paritaria por encima de la inflación, abriendo un debate en el conjunto del movimiento obrero y colocando una vara más alta para las reaperturas y negociaciones en curso.

El kirchnerismo y sus socios buscan liquidar este proceso por medio de una política que según cálculos de Centro de Economía Política Argentina (Cepa) reduce el diferencial de categorías en un 9,5%.

La plaza del FMI y la de los trabajadores

Máximo Kirchner también aprovechó la oportunidad para “despegarse” del pacto con el FMI y pegarle a los líderes cegetistas por sus pretensiones políticas dentro del oficialismo. Sin embargo, la fuerza política que conduce no levantó una sola bandera contra el acuerdo con el FMI. Cristina Kirchner, incluso, se presentó como querellante contra los manifestantes que se movilizaron contra la votación en el Congreso, aludiendo una conspiración en su contra.

La plaza de Máximo y compañía fue un escenario para ocultar el ajuste en curso y la subordinación de todas las variantes del gobierno y el peronismo al FMI y su política: se trata de su propia contribución, no la de los trabajadores; y al imperialismo, no a la “patria”.

En cambio, la Plaza de Mayo que propone el Partido Obrero y el sindicalismo combativo para el próximo 29 de octubre contará con la presencia de los trabajadores que lideran la lucha contra este ajuste, con los obreros del Sutna, con los piqueteros que enfrentan los recortes sociales y con una dirección política que plantea una salida propia, alternativa, con banderas socialistas y sin los políticos capitalistas que nos hunden en la miseria.