Políticas
13/10/2017
Mendoza de cara a las elecciones del 22: el FIT se refuerza entre los trabajadores
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El gobernador Alfredo Cornejo (Cambiemos) se jugó a transformar la elección de medio término en un plebiscito de su gestión. Busca ampliar la mayoría legislativa, con la que contó hasta el momento. Aunque cuenta con el respaldo del conjunto de la clase dominante local, y ganaría las elecciones sin sobresaltos, Cornejo no alcanzaría en las cámaras los dos tercios necesarios de los integrantes para avanzar en una reforma constitucional que habilite su reelección.
Mendoza no cuenta con reelección, con lo cual las segundas mitades de mandato de todo gobernador se transforman inevitablemente en una etapa de transición, donde afloran las internas y las apetencias políticas. Ya existen varios anotados en la carrera hacia el 2019.
Frente al retroceso de casi 8 puntos en las Paso, el oficialismo ha largado el operativo “Cornejo vice presidente 2019” como forma de contener a la tropa en la aspiración de negocios superiores.
La guerra de la “obra pública”
Algo que no pasó desapercibido durante la campaña fue la pelea entre la provincia y los municipios peronistas por inaugurar algunas obras públicas. En algunos casos se llegó a refriegas entre militantes y funcionarios de Cambiemos y el peronismo. Se llegó al ridículo de inaugurar dos veces una misma obra. La pelea no sólo muestra la miseria política de las campañas de las fuerzas patronales, sino que es también un esfuerzo por ocultar que la “inversión en obra pública” está direccionada en función de elevar el precio de la tierra, en algunos casos, y bajar costos de la logística y transporte de grandes empresas, en otros.
El PO en el FIT realizó un congreso por la vivienda y el trabajo, y fue a fondo con un planteo de salida al esquema capitalista de obra pública que satisfaga las necesidades populares de techo, urbanización, construcción de escuelas y hospitales. Sobre esta base la militancia del Polo Obrero dio un salto político y se constituyeron nuevos organismos partidarios. Peleamos el voto para el FIT como referencia y representación política, al tiempo que nos organizamos para imponer los reclamos populares.
El acuerdo Cornejo – Félix
Luego de las Paso, el peronismo ha salido unido a la campaña electoral. Esto implica la subordinación de los sectores kirchneristas al peronismo tradicional. No se trata de un fenómeno local: es la directiva que la “jefa” trazó cuando anunció su incorporación al bloque de senadores peronistas del Congreso.
En esta línea, las direcciones sindicales “nac & pop” se han concentrado en impulsar la campaña electoral, bajo la premisa de que al ajuste se lo enfrenta votando al peronismo y en el Congreso. Una línea para profundizar la desmovilización y estrangular cualquier atisbo de resistencia obrera.
Los “nacionales y populares” han decidido unificar la campaña detrás del peronismo más rancio como el del presidente del PJ y cabeza de lista, Omar Félix.
El peronismo vino colaborando activamente con las reformas represivas de Cornejo en la justicia, habilitando el endeudamiento de la provincia (para lo cual necesitan dos tercios de la Legislatura) y otras medidas de ajuste.
El peronista Omar Félix acordó con el gobernador dilatar el envío del presupuesto provincial, el cual piensa votar a libro cerrado, hasta después de las elecciones. Este mantiene su espíritu ajustador, de techos salariales y presión impositiva a quienes menos tienen.
El PI
Con el sello prestado del Partido Intransigente, dos abogados de la ONG Protectora (José Luis Ramón y Mario Vadillo), buscan quedarse con los votos de un sector desilusionado de la pequeñoburguesía que había votado a Cornejo. Cambiemos les ha impugnado el uso del nombre “Protectora” en la boleta para octubre. Reivindican el libre mercado y atacan a la izquierda.
Al ajuste le hacemos frente solo con los trabajadores y la izquierda
Cuando quedan pocos días de campaña podemos afirmar que se consolida y crece el voto al FIT. Centralmente en las barriadas más humildes, en las concentraciones obreras de la provincia. También entre la juventud y sectores medios de la población. Esta consolidación del voto tiene un correlato en nuestro desarrollo organizativo.
Las recorridas de Soledad Sosa en muchos casos terminaban en improvisadas asambleas de trabajadores, en los corralones municipales, en los hospitales, en ferias, parques y paseos. En la última etapa de campaña esto significó combinar la lucha electoral con la movilización del clasismo del 12.
En la juventud se destaca la lucha por el boleto educativo y que sean las patronales, que parasitan el presupuesto estatal por kilómetro recorrido, con exenciones impositivas y millonarios subsidios, quienes carguen con el costo del boleto para toda la comunidad educativa.
La desaparición de la centroizquierda del mapa político, una parte de ella integrada al gobierno de Cornejo y la otra subordinada al pejotismo más rancio, es la base sobre la cual nos paramos para su superación programática y el desarrollo de una tendencia revolucionaria y no meramente una “ocupación” de ese espacio por el FIT.
La conquista de posiciones parlamentarias es el reforzamiento de esta perspectiva y ahí radical importancia de retener una banca mendocina en el congreso, vamos con todo en estos últimos días.