La oficialización de las listas en el departamento de Guaymallén (Mendoza) ha dejado en claro cuál será la política de ambos bloques mayoritarios por la naturaleza propia de sus primeros candidatos.

El oficialismo municipal de Cambia Mendoza lleva como primer concejal a Miqueas Burgoa, subdirector de Servicios Públicos. Miqueas ha sido un enemigo declarado de los trabajadores municipales y verdugo alas ordenes del intendente Marcelino Iglesias, impulsando hostigamientos, sumarios inventados, persecución de activistas y hasta intentando romper huelgas y paros que habían sido votados en asambleas. En el último paro de diciembre del 2020 avanzó en denuncias penales contra los delegados del Sitea Guaymallén (estatales) por un supuesto “cierre del portón”.

Burgoa viene a reforzar, en el Concejo, una línea antiobrera que Marcelino ha mantenido en todo su mandato con paritarias a la baja y recorte salarial. Pero también será el concejal de las privadas como Santa Elena, ya que en servicios públicos es en donde más se le han entregado recorridos y funciones a la empresa privada.

Las colectoras del Frente de Todos: un operativo de contención

El Frente de Todos lleva hasta 3 listas colectoras confirmadas. El descontento generalizado hacia el gobierno de Fernández, que inclusive quiere capitalizar Suárez, intenta ser contenido por la fuerza política del gobierno nacional.

Los miembros de las colectoras buscan presentarse como una oposición a la política de Suárez, olvidando que han sido sus fuerzas las principales colaboradoras, desde el surtido de contratos a empresas privadas hasta el apoyo a la modificación de la ley 7722.

Ahora hablan de salario municipal, vivienda, obra pública, etc., o sea reclamos populares cuando la central que dirigen (CGT) no ha movido un pelo por el salario. O el Soemg (sindicato municipal de Guaymallén), que ha firmado todas las paritarias a la baja de los últimos cuatro años.

Esta contención se quiere desarrollar con las intenciones de mostrarse como una fuerza que responde a las demandas populares. Pero la realidad pasa por otro lado, su principal candidata, Anabel Sagasti, durante el gobierno de Cornejo, hizo un “pacto de paz” que se ha mantenido con Suárez y tiene sus distintas expresiones en los municipios garantizando el ajuste.

A pesar de esto, un sector de la población ve al peronismo como la posibilidad de superación a esta crisis, cuando son los principales responsables de la misma -tenemos más del 40% de la población debajo de la línea de la pobreza.

El desafío del Frente de Izquierda: llevar a las urnas la oposición de las calles

El Frente de Izquierda lleva a Federico Telera como primer candidato a concejal, pero también a luchadoras y organizadoras de comedores y asambleas en los barrios.

Telera fue quien denunció la corrupción de Luis Lobos y enfrentó la política antiobrera de Marcelino Iglesias. Reconocido por los trabajadores municipales, pero también por los feriantes de Guaymallén y todo aquel que defiende una causa popular.

El Frente de Izquierda es la única fuerza que verdaderamente puede levantar y llevar adelante una campaña que coloque los reclamos populares del trabajo, la vivienda y el salario. Porque para nosotros no es un problema de nombres o roscas, es de programa y orientación política en favor de los trabajadores.

Por eso las recorridas en los barrios ya comenzaron a plantear llevar a las urnas la lucha en las calles que reclama esto.

El impulso de actos y agitación en los galpones municipales para superar la contradicción mencionada será un eje que ponga en la agenda los salarios caídos. La preparación de un congreso por el derecho a la vivienda y la tierra para abordar un plan integral municipal, será otro punto importante.

Vamos a poner en pie todos los reclamos populares porque somos la fuerza política que tiene la autoridad política para llevar el reclamo de las calles a las urnas.

¡Al ajuste los enfrentamos con la izquierda!