Finalmente, el intendente Omar De Marchi tuvo que promulgar la ordenanza que incorpora un cupo del 1,5% de trabajadoras trans, travestis o transgénero a la planta municipal de Luján de Cuyo.

 

El proyecto lo redactamos referentes del colectivo trans, como Antonela Espinoza y Beatriz Evelyn Silva, y fue presentado por los concejales del Frente de Izquierda Facundo Terra y Nicolás Córdoba. Ahora, el Poder Ejecutivo Municipal deberá reglamentarlo y luego comenzar el proceso de puesta en práctica.

 

Luego de dos semanas de debate en comisión, el día 16 se aprobó en el concejo deliberante.

 

La aprobación de este proyecto no es producto de la voluntad del HCD lujanino, ni del ejecutivo; sino de la lucha y organización de las compañeras trans, quienes en cada intervención dejaban en claro que el principal responsable es el Estado, que las desplaza a la prostitución, siendo su único medio para la subsistencia, y caen en manos de proxenetas que la explotan sexualmente, o son víctimas de la violencia de los consumidores, de los transeúntes y de la policía. En estas condiciones es que la perspectiva de vida de una persona trans no supera los 35 años, expuestas a la violencia policial, enfermedades de transmisión sexual y la carencia de derechos básicos como educación, salud y vivienda digna. 

 

La casi imposibilidad de conseguir un empleo formal, se agudiza en tiempos donde los despidos y las suspensiones están a la orden del día, dejando su situación en un mayor estado de vulnerabilidad.

 

La aprobación de este proyecto es el principio de una gran lucha por el reconocimiento de todos los derechos de las personas trans en la lucha por una sociedad más justa.

 

La iniciativa apunta a generar igualdad de oportunidades ante las dificultades que tenemos las personas trans para lograr una inserción laboral y trabajo digno, como dicen los fundamentos del proyecto aprobado.

 

Con el colectivo trans festejamos la aprobación como un gran triunfo. Hace mucho que venimos luchando por esto. Parece un sueño haber llegado tan lejos. El Estado viene postergando nuestras demandas y derechos desde hace mucho tiempo, gestión tras gestión. Pero la situación laboral de nuestro colectivo es un problema muy severo. 

 

La solución laboral para las transexuales fue motivo de una controversia hace cuatro meses cuando al intendente no se le ocurría darle trabajo a una trans porque “sería como dárselo a alguien que está fuera de la ley”. Gracias a la tenaz lucha que desarrollamos desde el colectivo trans y el Frente de Izquierda hemos obtenido este triunfo frente al flagelo y situación de vulnerabilidad que vivimos.

 

La etapa que sigue de este avance es su efectiva aplicación y redoblamos los esfuerzos para que se garantice este derecho arrancado al Estado.

 

Este triunfo nos fortalece para dar una perspectiva de lucha independiente y por la inclusión laboral trans en todo el país.