Políticas

23/2/2023

Mendoza, entre las elecciones y las necesidades populares

Vamos adelante con el Frente de Izquierda.

La conferencia en el Teatro Selectro de Mendoza.

La realidad del común de los mendocinos dista mucho de los preparativos electorales. No es para menos. Los problemas, lejos de encontrar un canal de resolución, se profundizan traduciéndose en un rechazo generalizado al funcionariado político.

Una característica del momento político es la dispersión que se expresa en la semi-implosión del Frente Cambia Mendoza. Un golpe al radicalismo, que podría perder al PRO de Omar De Marchi, su principal aliado de los últimos 7 años. Solo resta que minimicen daños.

Esta situación pone incómodo a Alfredo Cornejo, que viene sacándole jugo a pegarle al kirchnerismo. La confrontación se ha corrido, desplazando al peronismo a un lugar secundario, sin candidato de fuste, pero lo que es más importante, sin ideas que lo despeguen del gobierno nacional y menos aún que atiendan las necesidades populares.

Atentos a este panorama, los principales intendentes del Frente de Todos insinúan un “frente amplio” para enfrentar a Alfredo Cornejo, en lo que es un claro coqueteo con Omar De Marchi, y, puertas adentro del PJ, un cuestionamiento al liderazgo del camporismo.

La dispersión llega al absurdo de al menos unos 20 precandidatos a intendentes en Guaymallén, el principal distrito de la provincia.

Los principales líderes de las fuerzas políticas tradicionales están ofreciendo un show decadente frente a un pueblo trabajador que sufre las consecuencias de una inflación del 100%, una pobreza masiva, la destrucción de las condiciones de trabajo y el evidente colapso de la educación y salud públicas.

Contradictoriamente, coinciden en la política de fondo: mantener una política de ajuste fiscal, promocionar la megaminería y cumplir con las exigencias del FMI. Finalmente son quienes han gobernado en las últimas décadas, alternándose en el poder. Son los responsables de la situación que vive Mendoza y también el país. Nada tienen para ofrecer y por lo tanto el pueblo trabajador les debe dar la espalda.

Descontento popular

Es evidente que las elecciones no despiertan ningún interés. Lejos de tratarse de una crisis de representación, crece un cuestionamiento al conjunto de las instituciones y su accionar, siempre a espaldas de las necesidades populares y en resguardo del estatus quo.

Los subsidios al pastor Bonarrico, las dietas millonarias de los legisladores, los oscuros manejos de pauta publicitaria y la obra pública, son la punta del iceberg de un sistema corrupto. Este requiere del político consiguiendo su beneficio, pero también del empresario ofreciéndolo para obtener el suyo. Es decir que es estructural.

El descontento tiene su centro en que toda aspiración de ascenso social se ve trunca. Es por este motivo que hemos asistido en los últimos tiempos a grandes movimientos que reclaman trabajo genuino, el salario, y la defensa de la educación pública y la salud.

Un caso emblemático es el de los obreros del vino, que ven cómo progresivamente su poder adquisitivo se retrae al mismo tiempo que las grandes bodegas y exportadoras acumulan fantásticas ganancias, incluso reduciendo los volúmenes de venta. Los trabajadores, emblema de la provincia, marcan fuertemente un camino a seguir, el de la pelea por los salarios y en defensa de las condiciones de vida.

Ninguna fuerza política plantea abiertamente cómo resolver estos problemas con excepción del Frente de Izquierda. Mas allá de la demagogia y los esfuerzos de marketing vienen gobernando a espaldas del pueblo.

Justamente este punto es central, pues el Frente de Izquierda tiene la oportunidad de transformarse en el canal para el desarrollo de un nuevo movimiento popular que dé respuestas a las aspiraciones populares.

Es decir, de una izquierda alejada de los pasillos de la institucionalidad y la diplomacia de los políticos tradicionales, que se plante en defensa del pueblo trabajador, y por lo tanto que sea animadora de la organización de barrios, lugares de trabajo y estudio por las necesidades inmediatas.

Con esta convicción es que le hemos propuesto a los partidos del Frente de Izquierda la convocatoria a un congreso abierto del FIT-U a todos los trabajadores y luchadores populares para definir las candidaturas democráticamente y establecer un planteo común de salida a la crisis. La respuesta que hemos tenido ha sido esquiva y a través de los medios de comunicación con el lanzamiento de candidaturas.

Elecciones

Luego de nuestra conferencia con 600 delegados mandatados y electos en asambleas territoriales, departamentales y de sectores, nos hemos propuesto insistir en la convocatoria a un congreso abierto del FIT-U para deliberar y resolver democráticamente entre los compañeros. Y al mismo tiempo poner en marcha la preparación de una gran campaña que llame la atención en una salida popular a la crisis, que dé respuesta a los problemas del salario, el trabajo, de la urbanización y las viviendas, y que dé lugar a una salud y educación acorde a las necesidades de los trabajadores.

Vamos a las elecciones buscando una movilización popular que se imponga electoralmente, y también una movilización popular que garantice la conquista de las demandas populares.

En definitiva, vamos a una lucha contra el régimen que repudian sectores cada vez más amplios del pueblo trabajador, es decir vamos enfrentar a la casta de los políticos capitalistas, pero también a la de los patrones que dominan la provincia.

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