Mendoza: La interna de los megamineros
En agosto, la izquierda
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El elemento dominante de la campaña electoral mendocina es, sin ningún lugar a duda, la disgregación del kirchnerismo y el destino del gobierno provincial. Ello se expresa nuevamente en el debate sobre la cuestión minera.
La lista del FpV no levanta en la intención de voto y marcha a una casi segura derrota. La renuncia del jefe de campaña, primero, y luego el anuncio de "despegar" las figuras de la presidente CFK y del gobernador Paco Pérez fueron sólo un temblor en relación al terremoto que significaron, primero, el prófugo Jaime, y luego la designación de Milani. Si el oficialismo pretendía mantener parte de su electorado progresista, con el acuerdo de YPF-Chevron terminó por dilapidar sus posibilidades.
Los demócratas se desangran en una triple interna, mientras el FAP va a las Paso con la Coalición Cívica, herido por el pase de la decana de Ciencias Políticas a la lista del radicalismo.
El grupo Clarín hace enormes esfuerzos para establecer una polarización entre el ex vicepresidente Cobos y la lista del FpV. Aunque Cobos marcha al frente de la intención de voto, no logra captar el electorado que se aleja del kirchnerismo.
La lista divisionista del ex gobernador Iglesias, junto al intendente mendocino Víctor Fayad, intenta quitarle votos a Cobos y darle alguna chance al oficialismo.
Cobos pretende presentarse como diferente al gobierno "nacional y popular" frente el pueblo mendocino, pero en lo esencial acuerda con el kirchnerismo.
El ex vicepresidente plantea otorgarles a las mineras lo mismo que el gobierno nacional y popular le otorgó a Chevron: eliminar cualquier tipo de retenciones, garantizarles el manejo discrecional de los dólares que obtengan por su actividad y darles la posibilidad de que ni siquiera los ingresen al país.
Los reclamos de la Vale se ven satisfechos en el acuerdo de YPF-Chevron, por esto Cobos reclama que el decreto sea ley.
Ante los capitalistas, Cobos se plantea ir en esa línea hasta el final. En Mendoza, eso significa habilitar la instalación de la megamineras que ya se lotearon el suelo de Mendoza.
No es casualidad que la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (Camem), hace algunos días, plantearon que volverían a la carga con la inconstitucionalidad de la ley antimegaminera 7722 (la que prohíbe el uso de químicos contaminantes como mercurio o cianuro). El diario Los Andes, principal impulsor de la candidatura de Cobos, le dio gran difusión al problema "explicando" los millones que pierde la provincia.
Según la Camem, existen tres megaemprendimientos para empezar a trabajar en el corto plazo: Sierra Pintada (uranio), Don Sixto (cobre y oro) y la "patronal" de Paco Pérez -San Jorge-, que concentraría en dos años unos 1.500 millones de dólares (Los Andes, 16/7). Las megamineras nunca dejaron de prepararse para actuar sobre suelo mendocino.
La disputa entre las listas del FpV y la UCR se ha trasformado en una interna de los grandes capitales, centralmente los mega mineros. Postulan una salida que, en cualquier caso, está condicionada por la marcha de la crisis mundial, la cual ha conducido a una impasse extendida de los proyectos mineros.
Nuestra campaña
Los principales reclamos del pueblo trabajador y la juventud mendocina están ausentes de los discursos vacíos de los candidatos patronales, oficialistas u opositores. El Partido Obrero en el Frente de Izquierda ha concentrado su campaña sobre el conjunto de reclamos populares. Centralmente, la defensa del trabajo y el salario, la eliminación del impuesto a las ganancias sobre el salario, la oposición a que se derogue la ley 7722 y el rechazo a los pulpos capitalistas de la megaminería. La presencia mediática de los candidatos de la izquierda da cuenta de esto.
Ahora nos proponemos poner en pie comités de apoyo en gremios -como el docente- y ciudades de gran concentración de trabajadores, como Luján de Cuyo. También entre los jóvenes universitarios y los que votan por primera vez, concentrados en las escuelas secundarias.
El desafío que tiene por delante el Frente de Izquierda es superar la elección de 2011, para establecerse como una alternativa política para los trabajadores y la juventud que talle en el debate de la sucesión provincial en defensa de los intereses populares.
El agotamiento del kirchnerismo no debe ser capitalizado por quienes pretenden una vuelta a los ’90. En agosto, la izquierda.