Políticas

14/12/2020

DERECHOS ESENCIALES

Mendoza: no a la privatización del agua en Rivadavia

Todos los años, durante el verano, las familias rivadavienses sufren por la falta de este servicio esencial.

¿Qué sucede cuando se mercantiliza el agua y se lo adopta como un bien privado y no público? Sencillo, las familias del municipio de Rivadavia (Mendoza) sufren por falta de agua en los meses donde más calor hace en el año. Esto en el contexto de emergencia sanitaria. Desde el Barrio Portal de Belén, Los Carrizales y alrededores, los municipios y zona céntrica, decenas de familias se quedan sin agua año tras años.

Esta problemática se naturaliza porque desde Aysam (Agua y Saneamiento Mendoza), la empresa que tiene la concesión de agua de toda la zona, atribuyen la cuestión a la falta de presión de agua y así se alienta a los y las usuarias a comprar bombas de agua, como si todas las familias pudieran acceder a una. También se hace enfrentar a vecino contra vecino por una suposición de usos “desmedidos” del agua.

La realidad del problema se basa en la falta de infraestructura a la hora de construir nuevos pozos y el mantenimiento de los ya existentes. Se trata de una estafa, porque el servicio de Aysam es pésimo y sus tarifas son siderales, con una media que oscila entre los $1.900 y $ 3.000 de facturación, las cuales no tiene sustento alguno.

Así, se busca avanzar con una privatización del servicio, para que quien tenga plata se abastezca de agua por los medios que se ofrezcan, mientras los sectores trabajadores y populares tengan que sufrir de lleno la total falta del servicio.

Una alternativa ante la privatización del agua

Hay que abolir el secreto comercial y que todo servicio esencial y bien común, como la luz y el agua, sean puestos al servicio de sus usuarios/as y trabajadores/as y no al servicio del lucro privado, en donde unos pocos se benefician de la necesidad del conjunto de la población. Esto debe ir de la mano de un plan integral para aquellos lugares en donde hace falta más infraestructura y que tanto a las familias de Rivadavia, y de toda la zona este, nunca más le falte el servicio del agua en sus casas. Cuando dijimos que la ley 7.722 no se toca y el agua de Mendoza no se negocia, lo expresamos en su amplio contexto, porque su uso y servicio tampoco se negocia.