En la noche del domingo 20, luego de una actividad de pegatina en Luján de Cuyo, un automóvil con tres ocupantes abordó a Facundo Terraza, miembro del PO y cabeza de la lista de concejales del FIT, a punta de pistola, y pateándole el auto para que se baje.

Este grave hecho fue precedido por persecuciones por parte de hombres en automóviles con vidrios polarizados, provistos de aparatos de comunicación tipo handy.

Los agresores persiguieron a Facundo por varios kilómetros, hasta llegar a la comisaría local donde radicó la denuncia.

La policía ubicó el VW Polo de los agresores: resultaron ser empleados municipales del Intendente Kichnerista López Puelles, entre ellos, el secretario adjunto del gremio municipal. A partir de allí, los atacantes fueron detenidos.

El Frente de Izquierda, y Facundo en particular, venían denunciando la política de tercerización de la limpieza del municipio, que significo precarización y sueldos de miseria para los trabajadores del sector así como un fantástico negocio para los amigos del intendente.

El titular de esa tercerizada, y mano derecha del intendente, fue el primero en llegar a "ver la situación de los detenidos". En ese momento, fue identificado por otro de los compañeros agredidos… como uno de los perseguidores.

La agresión fue una salida desesperada al ascenso imparable del Frente de Izquierda en el municipio, que termino con el ingresó de Facundo Terraza al concejo deliberante y a sólo 2 puntos porcentuales de arrebatarle el segundo lugar al FPV.

La opinión pública y el pueblo lujanino repudiaron a la patota y sus métodos y se volcaron masivamente a votar y fiscalizar por el FIT.

Claudia Ferrero de APEL, abogada querellante en la causa de Mariano Ferreyra, se trasladó a Mendoza para entrevistarse con el fiscal y organizar la ofensiva jurídica contra los agresores.

Iremos hasta las últimas consecuencias para que los tres imputados por la agresión sean juzgados y también para que sean juzgados los responsables intelectuales del ataque.