El conjunto de la oposición pedirá en los próximos días una sesión extraordinaria en el Senado mendocino con el propósito de congelar las tarifas de servicios públicos provinciales.

Así lo resolvió el conjunto de los bloques de oposición (que suman la mitad de la cámara) en la reunión de la comisión de Obreras y Servicios públicos, con la presencia del presidente de la comisión de trabajo y de la comisión de derechos y garantías, a moción del senador Víctor da Vila, del Partido Obrero-Frente de Izquierda.

También participaron de la comisión abierta las directivas de la CGT y CTA Autónoma, los sindicatos de Luz y Fuerza, docentes privados, UDA, ATILRA, Gas privado, empleados legislativos, entre otros.

El proyecto consensuado establece el congelamiento tarifario de las boletas de servicios públicos provinciales, retrotrayendo a los valores de diciembre de 2017, y la reducción al 50% de las tarifazos para entidades deportivas, sociales y culturales -entre sus aspectos más importantes.

Los aumentos dolarizados de la energía eléctrica, combustibles y gas son imposibles de afrontar por las familias. El salario mínimo está en los $10 mil y el promedio se halla apenas por arriba de los $15 mil, con boletas que pueden llegar a los $4 mil. Esto constituye una enorme confiscación a las familias en beneficio de las prestadoras de los servicios que acumulan enormes ganancias.

Un aspecto central es que al día de hoy no se sabe concretamente cuál es el costo de producción y/o trasporte de los recursos energéticos. El macrismo ha mantenido las cláusulas de confidencialidad acordadas por el kichnerismo, como en el caso de Chevron en Vaca Muerta. El reclamo de que se abran los libros contables para saber exactamente cuál es la rentabilidad y costos de las empresas, está a la orden del día.

El martes 28, en la próxima sesión del Senado, el proyecto tomará estado parlamentario e inmediatamente se convocará a una sesión especial para darle tratamiento. La paridad del oficialismo y la oposición, tomada en su conjunto, puede ser rota por el voto clave del senador de Libres del Sur Ernesto Mansinelli; de ser así, el proyecto obtendría media sanción.

En el escenario que sea, la acción callejera y de la clase obrera es clave para ejercer presión y que la iniciativa progrese. Para esto es necesario que la CGT rompa con su política de “gobernabilidad y pasividad”. Solo la acción de los trabajadores y los sectores populares pueden conquistar las reivindicaciones de las masas.