Políticas

28/5/2019

Mendoza: un proceso electoral con final abierto

Ultimos diez días de campaña

A dos semanas de las Paso, el capital financiero y las principales patronales provinciales han dejado en claro que su candidato es Rodolfo Suárez, el elegido por Alfredo Cornejo para continuar su política de guerra civil y social contra la clase obrera y el pueblo explotado.


El primero en pronunciarse fue el diario especializado “The Economist”, publicando un artículo hace algunas semanas donde hace una reivindicación de Alfredo Cornejo por impulsar políticas en la provincia, que Macri no ha logrado hacer progresar en la nación.


La publicación británica se refiere concretamente a la reducción del gasto fiscal a través de suplantar trabajadores estatales por empresas tercerizadas, reducciones salariales y jubilaciones anticipadas. También a la reducción de las alícuotas de ingresos brutos a más de 290 actividades, exenciones impositivas, así como el sostenimiento y ampliación de subsidios al transporte, la educación privada y los exportadores de vino. Finalmente, reivindica la aplicación del “ítem aula” como una política central, que plantea el fin del trabajo bajo convenio, al mismo tiempo que introduce el criterio de productividad, toda una definición para la educación que se supone es un derecho y no un negocio.


Dicho artículo es una reivindicación programática de Alfredo Cornejo y es lo que explica que cuente con el visto bueno de las principales patronales de la provincia.


Patronales militantes


Es emblemático el apoyo de Juan Carlos Fernández, CEO de IMPSA (Pescarmona), quien ha llamado a los 800 trabajadores de la fábrica a votar por los candidatos de Cornejo si quieren continuar trabajando, en una clara actitud de amedrentamiento. Por su parte, el Consejo Económico (CEM), la Federación Económica (FEM) y la Unión Industrial (UIM) de la provincia plantean profundizar lo realizado y reclaman la equiparación de todas las ramas de actividad a las exportadoras de vino, que se van a beneficiar con el “fondo anticíclico”, que no es otra cosa que jugosos subsidios para mantener la tasa de rentabilidad.


En este cuadro, la interna de Cambiemos con el macrista Omar De Marchi, responde a las necesidades del radicalismo de alejarse de una figura presidencial que se hunde en la consideración popular, al mismo tiempo que le sirve para descomprimir su propia interna, ya que los “radicales B” pueblan las listas del intendente de Luján.


Nada está dicho


El candidato que corre con el caballo del comisario es Rodolfo Suárez y un aspecto a destacar es que este apoyo del capital contrasta con la consideración popular. En el comando de campaña radical preocupan los modestos números de adhesión al intendente capitalino. Cornejo tuvo que meterse en la campaña, casi como si fuera el candidato.


Un triunfo ajustado en las Paso puede transformarse en una crisis del gobierno de Cornejo. La economía de Mendoza viene retrocediendo fuertemente. La UCR vería con buenos ojos, en este cuadro, un triunfo de La Cámpora contra la lista de los intendentes en la interna peronista como un modo de forzar una polarización política en la elección general.


En el plano nacional, el planteo de Cornejo de una ampliación de Cambiemos por medio de la incorporación de un sector del peronismo federal encuentra sus límites en el lanzamiento de Alberto Fernández (que disputa ese mismo espacio) y en el propio derrumbe del gobierno. Ese lanzamiento expresó una clara capitulación de Cristina Kirchner ante los mercados.


Movilización política de los explotados


Más que nunca los trabajadores y el pueblo explotado necesitan una campaña unificada del Frente de Izquierda. Por eso insistimos en la convocatoria a un Congreso del FIT, para favorecer una movilización política del pueblo explotado, con el movimiento obrero a la cabeza.

La campaña del Partido Obrero en el FIT ha despertado expectativa en un amplio sector de las masas explotadas. Se cuentan de a centenares los voluntarios y hay decenas de comités de apoyo. La militancia pelea, metro a metro, con el nacionalismo burgués, la ascendencia sobre los trabajadores en las barriadas y concentraciones obreras.


En los últimos días, hemos registrado una serie de luchas en distintos lugares de trabajo que podrían estar indicando el principio de un cambio en el humor del movimiento obrero. Un elemento que no puede pasar desapercibido es que los comités de base organizados por el Polo Obrero están llamando la atención de un sector de trabajadores precarizados, que trasciende a los compañeros desocupados, e incluso sumándolos a la campaña.


Las tensiones sociales que atraviesan la provincia se pondrán de manifiesto, antes o después. Más allá de cómo se expresen estas tendencias en las Paso del 9 de junio, la campaña por el más amplio pronunciamiento electoral al FIT, contra los candidatos del FMI, prepara esa perspectiva.