Menem en Washington: A quién engrupe Cavallo
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Menem viaja a Washington esta semana, donde pretende que Bush la tire una bocanada de oxígeno al artificioso “plan Cavallo”. En un “gesto” de obsecuencia, pero por sobre todo de desesperación, el gobierno anunció una aceleración de las “privatizaciones” luego del inconstitucional decreto “desregulador”. El pequeño dictador pretende de Bush una “tregua" en la exigencia de que Argentina pague al contado el 20% de los nueve mil millones de dólares de intereses atrasados de la deuda externa — una sangría que llevaría la “'convertibilidad" al reino de San Pedro.
Agujero
Los informes especializados dicen que las cuentas fiscales se mantienen en equilibrio solamente gracias a los fondos provenientes de las “privatizaciones” (petróleo y acciones de ENTel) que en el tercer trimestre del año fue de 780 millones de dólares. Para afrontar en el cuarto trimestre los compromisos de la deuda interna y externa, el Tesoro debería lograr un superávit de 1.420 millones de dólares, cuando sólo cuentan con ingresos por “privatizaciones" por 540 millones de dólares. ¿De dónde saldrá la diferencia? Según el Instituto de Ejecutivos de Finanzas se requeriría un nuevo ajuste por el lado de los ingresos fiscales...”. Ocurre que las cajas de jubilaciones y las empresas estatales están recibiendo préstamos del Banco Nación, lo cual no es otra cosa que una emisión encubierta de australes, mientras que “los servicios de la deuda externa se atendieron con... endeudamiento externo obtenido en setiembre y octubre”. Como se puede apreciar, el “plan de convertibilidad” no resolvió ni uno solo de los problemas del hipotecamiento y bancarrota del Estado capitalista.
Estos agujeros negros han cobrado especial dimensión con la crisis en que ha caído el plan de “privatizaciones”. Fracasaron las “privatizaciones" del Urquiza y el San Martín. La de Iberia está virtualmente en, como consecuencia del acuerdo de “desregulación” del transporte aéreo de cabotaje establecido en el Mercosur que permitirá el ingreso de las compañías norteamericanas (vía la VASP de Brasil); tampoco pudo ser vendido el edificio de Somisa. En el caso de Segba, aunque el gobierno prevé su concesión por unos 210 millones de dólares, voceros de los “interesados” han dicho que “no tiene ningún sentido pretender que los concesionarios de la red paguen por obtener la concesión” (El Economista, 8/11), porque en ese caso llevarán la tarifa por las nubes. Lo mismo pasa con las “privatizaciones " del gas y las centrales eléctricas, porque los 1.800 millones de dólares que Cavallo espera recaudar en 1992 suponen “tarifas entre 30 y 100 % más caras” (Clarín, 8/11). Al “hiperactivo” Cavallo no le queda más que entregarlas a “título gratuito" o autorizar que las tarifas se vayan por las nubes. En ambos casos “perfora" el plan de "estabilidad”.
Esta perspectiva incierta del plan Cavallo explica, según el Instituto de Ejecutivos de Finanzas, que "la inversión tiende a mantenerse retraída respecto del nivel necesario para un crecimiento sostenido del stock de capital”. Esto significa que los fondos extranjeros que ingresaron en estos meses al país son exclusivamente especulativos. A un año de la privatización de ENTel, ni Telecom ni Telefónica mejoraron el servicio ni invirtieron un mango; ahora invertirán menos, porque está en discusión un nuevo aumento del pulso telefónico (la indexación por inflación prevista en el contrato).
Brasil
La crisis en Brasil, con la devaluación del cruceiro, ha provocado una sacudida del “Plan Cavallo”, sencillamente porque al abaratarse la exportación brasileña, se evaporaron las divisas que Argentina obtenía del comercio con Brasil. Además, en la perspectiva del Mercosur, Brasil comenzó a subsidiar su producción agrícola con el fin de prepararse para la "guerra comercial" con Argentina y Uruguay. De este modo, las rivalidades y contradicciones interburguesas han añadido otra cuota de crisis al “plan de convertibilidad”. No debe extrañar, entonces, que la reciente reunión de los ministros del Mercosur hubiese sido “tormentosa", más el asunto de la 'desregulación” aérea.
Los bancos y otra vez los bancos
En Washington, Menem y Cavallo esperan que Bush y el Tesoro norteamericano ordenen al FMI y al Banco Mundial conceder “una masa de maniobra cercana a las 4.000 millones de dólares para llegar a un acuerdo integral con los acreedores extranjeros” (Clarín, 10/11). Mediante una nueva deuda se pagarían entonces una parte de los intereses atrasados. Claro que para esto hay que conseguir la venia de la estrella del momento, Japón.
Pero si el FMI y el Banco Mundial acuerdan el préstamo de 4.000 millones de dólares, y se “normaliza" la situación con la banca, el incremento que esto debería provocar en la cotización de los títulos de la deuda, haría menos atractivo para los banqueros el negociado de las “privatizaciones”. Los banqueros preferirían guardar esos títulos en su poder y venderlos en dólares al doble de su cotización actual. Por eso es probable que Bush prefiera que se consumen las “privatizaciones" a precios de remate y con tarifas altas, antes que facilitar los acuerdos. El “plan "seguirá en la cuerda floja mientras los Alemann y los Alsogaray proseguirán con el show de los elogios. Entretanto está el "factor Japón”, que sólo pone plata si le dejan entrar los autos.
Cavallo y Menem solo pueden seguir engrupiendo a la gilada de la Ucedé.
Los "liberales" contra la Constitución Nacional
Los "constitucionalistas" de todo pela je. y con especial énfasis el "constitucionalista" diario La Nación, han respaldado el decretazo que pisotea la división de poderes establecida en la Constitución Nacional y el conjunto de las normas legales vigentes, es decir el Estado de Derecho Para estos "constitucionalistas" los intereses capitalistas están, naturalmente, por encima de las formas constitucionales, no en vano pidieron en una época "no ahorrar sangre de gauchos", inventaron el "unicato" y el "fraude patriótico" y apoyaron a todas las dictaduras.
Para el Dr. Bartolomé Mitre "hay un punto de la mayor trascendencia que es la forma en que el Poder Ejecutivo ha dispuesto estas medidas. La justicia, en todo caso, dirimirá quejas y reclamos sobre la legitimidad de haberlo hecho por decreto, sin intervención previa del Congreso, y eventualmente dirá si son reales las razones de ‘necesidad y urgencia’ invocadas si es que las reformas no obtienen antes el visto bueno parlamentario”.
Lo que la Justicia dirima (y no olvidemos que la Corte Suprema tiene mayoría mene mista) no le dará legitimidad constitucional a los decretos, sino que medirá la obsecuencia del Poder Judicial, del mismo modo que si el Parlamento convierte en ley el decreto ello medirá el nivel al que ha llegado la fantochada parlamentaria "La Nación " toma a la se gura obsecuencia judicial y parlamentaria como un criterio objetivo de legitimidad constitucional, revelando con esto su propia obsecuencia y falta de criterio independiente
El decreto doblega al Parlamento, que no se caracteriza por su entereza Que éste luego apruebe el decreto no le devuelve altura moral, sino que revelará el grado extremo de su bajeza No es cierto, como dice el Dr. Bartolomé Mitre, que el Parlamento estaba "en mora "con una serie de proyectos oficiales, cuando este Congreso sancionó la ley de reforma del Estado y de emergencia económica, con lo cual dio facultades dictatoriales al Poder Ejecutivo (suma del poder) Ese Congreso y esa Justicia son sumisos al Poder Ejecutivo, porque la burguesía necesita gobernar por decreto. Cuando Menem chocaba con Todman (Swift y Yomagate), la burguesía reclamó la intervención de los jueces y cuando necesitó echar a Alfonsín exigió que el Congreso aceptase su renuncia. A los explotadores no les importa la “división de los poderes "sino usar adecuadamente el poder de división.
Los "constitucionalistas" pretenden justificar el decreto con el argumento de que la "desregulación" requería del "factor sorpresa" ¡Como si fuera un golpe de estado! ¿Pero a quién querían "sorprender"? No a las grandes corporaciones, porque esas medidas fueron elaboradas en sus oficinas y cámaras, es decir que salieron bajo su presión o "lobby " (que denomina a quienes ejercen presión legal sobro los legisladores) ¡Nadie quedó sorprendido1 Se recurrió al decreto con el solo objetivo de evitar el debate que exige la constitución para dictar normas con los alcance de ley!
Los "constitucionalistas" pretenden nada menos, que el Congreso sea inmune a las presiones, pero luego protestan contra las presiones "extraparlamentarias". Un Con greso sin presiones, este es el ideal de la "democracia”.
El Dr Mitre concluye su apoyo al decreto exhortando al Poder Ejecutivo a no engolosinarse con el método de gobernar por decreto “porque en su misma naturaleza conllevan un peligroso germen de inestabilidad normativa... ” La Nación no se compromete, claro Hoy le sirve Menem y hasta su "estilo". Que Menem no crea que el apoyo de los explotadores va más allá.