En una declaración pública, el Mercosur declaró su “preocupación y repudio a la escalada de violencia e intimidación acaecida en la Franja de Gaza (…) lamenta los trágicos resultados de casi doscientos muertos y heridos entre la población civil (…) urge a las partes a poner fin a las hostilidades (y sostiene que) se debe preservar y facilitar en forma permanente el normal flujo de suministros y de servicios para atender las necesidades más urgentes de la población en Gaza” (Ultima Hora.com, 28/12).

La declaración repite el tono condolido de la inmensa mayoría de los gobiernos, que se “preocupan” por la suerte de los civiles pero omiten señalar al responsable -el Estado de Israel- y ponen en el mismo plano la violencia de los opresores y la de los oprimidos.

El Mercosur ha firmado un tratado de “libre comercio” con Israel, que se encuentra a la espera de la ratificación parlamentaria.

El “libre comercio”, sin embargo, es la tapadera de un acuerdo político. Pasa por alto, por ejemplo, que buena parte de los bienes agrícolas que se comerciarán gracias al tratado provienen de los asentamientos sionistas ubicados en los territorios ocupados.

El tratado de “libre comercio” convalida los asentamientos y el robo de las tierras palestinas, que son ilegales desde el punto de vista de la legislación internacional y convalida, también, el régimen de esclavitud laboral de los trabajadores palestinos en Israel y en los territorios ocupados.

No puede haber “libre comercio” mientras Gaza está sitiada, bombardeada y masacrada, y Cisjordania está cercada por el muro del apartheid, ni mientras Israel someta al pueblo palestino dentro de sus propias fronteras a una discriminación y a una represión sistemáticas.

Por la vía del “libre comercio”, los “nacionales y populares” y los “izquierdistas” del Mercosur se suman al bloque político internacional que sostiene a los masacradores de Gaza.

Reclamamos el inmediato rechazo de tratado de “libre comercio” del Mercosur con Israel.