A partir de este 15 de noviembre el gobierno nacional comenzó la implementación de un esquema de microdevaluaciones –o “crawling peg”-, con un aumento previsto del 3% para lo que queda del mes de noviembre. Por esta vía, el ministro y candidato presidencial Sergio Massa busca dar cumplimiento a los acuerdos con el FMI, produciendo un salto en el tipo de cambio paralelo y alimentando la inflación que se come los salarios e ingresos populares.

La medida fue adelantada por el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, quien en sus redes sociales manifestó que “el dólar oficial se mantendrá en 350 pesos el 23 de octubre. A partir del 15 de noviembre, se aplicará un crawling peg del 3% mensual”.

El hecho de que esto ocurra a menos de una semana del balotaje que definirá al próximo presidente de la Nación implica una señal para el FMI y los capitalistas, por parte del massismo, para refrendar su compromiso con la “estabilización monetaria”, preparando el terreno para una devaluación más abrupta que ya se impone en los hechos con el dólar paralelo.

Además, es un adelanto de futuras devaluaciones y de saltos en el tipo de cambio oficial que muchos analistas prevén para los primeros meses del 2024. El solo hecho de una suba oficial de $3,53 (1%) está dando lugar a nuevos movimientos en el tipo de cambio paralelo, con subas pronunciadas.

Los ajustes graduales en el tipo de cambio oficial también sirven para actualizar el esquema diferencial otorgado por el gobierno a los exportadores, quienes acceden a un tipo de cambio superior de entre un 30 y 40% por encima del valor oficial.

Las minidevaluaciones diaria son un recurso del gobierno para aplicar un ajuste “gradual” combinado con saltos devaluatorios como el aumento del 22% posterior a las Paso de agosto, abandonando progresivamente la política “electoral” de congelamientos tanto en el tipo de cambio como en los precios con alta incidencia de este (combustibles, tarifas, etc.).

Se trata de una medida que afecta particularmente a los trabajadores, agravando la suba de precios sobre el conjunto de la cadena de valor de bienes y servicios, lo que irá de lleno a golpear los salarios e ingresos populares. Algo que pone en jaque los precarios “acuerdos de precios” oficiales, llegando a fin de año con nuevos aumentos.

Cabe recordar el compromiso asumido por Sergio Massa de terminar con el cepo cambiario a fines del 2024, luego de transitar un largo recorrido de medidas antiobreras y antipopulares, con reclamos de las patronales que van desde “reformas impositivas” hasta una ofensiva para imponer una mayor flexibilidad y precariedad laboral.

Mientras Javier Milei amenaza con devaluaciones y la dolarización de la economía, Sergio Massa produce un sacudón del tipo de cambio con el “descongelamiento” del dólar oficial: ambos se presentan con enemigos de los trabajadores y socios de los intereses capitalistas y sus negocios.

La salida a esta crisis que golpea a los trabajadores es la organización independiente de los trabajadores para enfrentar a los ajustadores y poner en pie un programa de independencia de clase y de desarrollo nacional sobre nuevas bases sociales, partiendo de la recomposición general de los salarios, las jubilaciones y los ingresos populares.

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