Políticas

12/12/2020

Impuesto al salario

Mientras los salarios pierden con la inflación, más trabajadores pagarán Ganancias

La actualización del mínimo no imponible para 2021 será de 35%, muy por debajo de las expectativas de inflación.

Las nuevas cifras del mínimo no imponible que regirán para el Impuesto a las Ganancias en 2021 deben alertar a los trabajadores. Cada vez más asalariados son alcanzados por este gravamen, y eso sucede cuando se deprecia su poder adquisitivo. Prácticamente, quien percibe ingresos que le permiten costear el costo de la canasta básica deberá tributar por ello al Estado. Mientras los capitalistas se quejan de la presión impositiva, lo cierto es que quienes sostienen el peso del sistema tributario son los trabajadores.

La actualización incrementa los pisos a partir de los cuales se paga Ganancias un 35%. Comparado con las expectativas de inflación que releva el Banco Central (52%), se ubica 17 puntos por debajo. Esto luego de un 2020 en que el mínimo se actualizó un 44% tras una inflación del 54% en 2019. Es una dinámica confiscatoria, que llevó a que dos millones de trabajadores sean alcanzados por Ganancias aún cuando la enorme mayoría de las paritarias cerraron muy por debajo de la inflación. Ello se debe a que el índice que se toma para la actualización es el Ripte, que registra la variación de los salarios en blanco, los cuales año a año quedan rezagados respecto del índice de precios al consumidor.

Para los asalariados solteros y sin hijos menores de edad el mínimo no imponible pasa de los $55.261 de sueldo neto a $74.810, mientras que para aquellos casados con dos hijos sube de $73.102 netos a $98.963. Sin deducción por cónyuge sino solo por dos hijos, se tributará desde los $86.940. Todas esas cifras incluyen el proporcional del aguinaldo.

El cuadro es peor en el caso de los trabajadores autónomos, entre los figuran a quienes se les niega el reconocimiento de la relación de dependencia. Para ellos el piso será de $41.919 para los solteros, $55.060 si hay deducción por dos hijos, y $68.085 para los casados con cónyuge y dos hijos.

Para apreciar lo confiscatorio de esta actualización basta tomar nota de que la evolución del costo de vida medida por el Indec superó en el año el ritmo general de la inflación. A octubre el IPC interanual arrojaba un 37%, el aumento de la Canasta Básica Total 40% y de la Canasta Básica Alimentaria un 45%. Por eso en octubre de 2020 una familia necesitó $50.000 para satisfacer sus necesidades más elementales, sin contar gastos de alquiler, pero a partir de $73.000 fue alcanzada por Ganancias. La brecha se reducirá aún más el año próximo.

Esta actualización del mínimo no imponible por debajo de la inflación no solo confisca las remuneraciones que perciben los trabajadores, sino que además actúa como un factor de inhibición de los reclamos salariales en las negociaciones paritarias, ya que cualquier recomposición real sería alcanzada por el gravamen. Sea por la vía recaudatoria, o por la vía de deprimir los acuerdos paritarios, el Impuesto a las Ganancias es un peldaño del ajuste fondomonetarista del gobierno de Alberto Fernández.

Como los índices se actualizan una vez al año, la confiscación sobre los ingresos de los trabajadores adquiere una dinámica creciente mes a mes, a medida que se establecen los aumentos salariales. Por este motivo, según la información oficial del Ministerio de Economía, en noviembre la recaudación tributaria por Ganancias (sin contar lo que cobran las aduanas por importaciones y exportaciones) registró una suba interanual del… ¡78,3%! Superior a cualquier otro impuesto. Esto agrava el carácter regresivo del sistema tributario, y muestra que quienes financian al Estado son los trabajadores.

Para el movimiento obrero se replantea la necesidad de enfrentar esta confiscación, rompiendo la tregua que impone la burocracia sindical. Este impuesto al salario debe ser abolido, eliminando la cuarta categoría porque los trabajadores no perciben Ganancias sino los capitalistas, los cuales son premiados con exenciones y moratorias. El ejemplo a seguir es el emprendido por los obreros del neumático, liderados por el Sutna clasista, que ha tomado con fuerza este reclamo y convocado al conjunto del sindicalismo combativo a empeñarse en esta lucha y por todas las reivindicaciones contra el ajuste.