Javier Milei, el diputado liberal de La Libertad Avanza, arremetió contra la Educación Sexual Integral. Fue en el programa Solo una vuelta más, por la pantalla de TN. Dijo que “deforma la cabeza de la gente”, y que en un eventual gobierno suyo la eliminaría, “como al Ministerio de la Mujer o el Inadi”, porque son “un mecanismo de persecución a los que piensan distinto”. En tal sentido, trasladó la responsabilidad de impartir educación en materia sexual “a cada hogar”.

La posición de Milei es peligrosa. El valor que tiene la lucha para que se brinde educación sexual en la escuela pública es universalizar su aplicación de acuerdo a criterios pedagógicos y científicos comunes, respetando la diversidad sexual y de género y ajena a cualquier credo religioso. De hecho, es la mejor vía para detectar abusos sexuales a las infancias que se producen dentro de los hogares: según un informe del Ministerio Público Tutelar publicado en 2021, el 80% de los casos se dio en el ámbito intrafamiliar. Si la ESI fuera una responsabilidad discrecional de los grupos familiares, se estaría contribuyendo a encubrir las vejaciones que padecen miles de niños por parte de personas con las que conviven.

La ley de ESI que la iglesia católica no quiere, no se aplica. Sólo hay ESI cuando docentes y estudiantes se involucran. Sí hay educación sexual tradicional, la de la discriminación y el sometimiento.
Milei discursea y los blinda, el FdT y JxC le cumplen los sueños.

— Vanina Biasi (@vaninabiasi) October 17, 2022

Ahora bien, cabe subrayar el carácter de lucha porque una ESI científica y respetuosa de las diversidades se garantice. En los hechos, la educación sexual todavía no se aplica entre un amplio porcentaje del sistema educativo, o se imparte a discreción de las distintas escuelas, por lo que gracias al enorme dominio de las Iglesias en la enseñanza se vuelve el caldo de cultivo para el esparcimiento del oscurantismo, de contenidos homofóbicos y/o transfóbicos e inclusive de silencio sobre casos de abusos. Es únicamente gracias a docentes y estudiantes que se supo conquistar su difusión en distintas casas de estudio, aunque sea mayormente como jornadas especiales o cosas de una sola vez.

Al caso, la discursiva de Milei, en la vereda de ir a fondo con la supresión de cualquier rastro de ESI en la escuela pública, termina siendo una pantalla que blinda a los gobiernos tanto peronistas como de la oposición; los responsables de la falta de educación sexual, de supeditar su contenido a la consideración de las Iglesias y su enorme injerencia en el sistema educativo, o de favorecer los negocios privados alrededor de la misma todas las veces que un contenido tan elemental se dicta en forma de diplomaturas o posgrados pagos.

No solo no sabe cómo se aborda la ESI. Está a favor de una niñez que no pueda identificar y denunciar abusos, y de jóvenes que no conozcan y no accedan a los anticonceptivos. Repudiable. https://t.co/69pBhC2nR5

— Romina Del Plá (@RominaDelPla) October 17, 2022

Resulta a su vez irónico que el derechista eligió el día de la madre para este pronunciamiento, cuando la educación sexual sirve entre otras cosas para prevenir maternidades no deseadas. Hablamos del mismo que un año atrás, a pesar de llamarse un “defensor de la libertad”, se pronunciaba contra el aborto legal, seguro y gratuito. Pero la juventud, que es la mayor víctima de esta realidad, y que fue la gran protagonista de la lucha por conquistar el aborto legal, sigue a la cabeza junto a la docencia en la pelea por una educación sexual laica, científica y respetuosa de las diversidades para detectar abusos en las infancias, para prevenir embarazos no deseados o para atacar las distintas formas de violencia de género. Y tienen reserva suficiente para ir a fondo, pese a las atrocidades que proclaman estos retrógrados.