El gobernador de Tucumán viajó a la cumbre de gobernadores que se reunieron con Milei. Su principal objetivo fue negociar la llegada de fondos y reclamar la quita de retenciones (15%) para el limón y sus derivados, a cambio de asegurar el avance de la ofensiva capitalista de Milei contra el pueblo.

Jaldo se convierte en el vocero a nivel nacional de la industria más importante de la provincia, beneficiada desde hace décadas por todo tipo de subsidios y que embolsa año tras año millonarias ganancias. En definitiva, el gobernador peronista fue como vocero de la Sociedad Rural y los sectores mas poderosos de la provincia, preocupados por maximizar sus enormes beneficios en el marco de un crisis social sin precedentes y generada por todos ellos.

Deberíamos estar discutiendo un aumento incremental de impuestos para las grandes industrias citrícolas/azucareras y los dueños de las tierras de la provincia, y direccionar esos recursos hacia los que más lo necesitan. Nuestra provincia supera la media nacional de pobreza. Ni hablar de la urgente necesidad de una recomposición salarial para los trabajadores estatales, privados y desocupados que sufrieron una pulverización de sus ingresos con las devaluaciones de Massa y Milei. Pero no, el gobernador peronista prefiere, como siempre lo hicieron todos, defender a los empresarios.

Sin embargo, fue muy distinto el acuerdo que aseguró para sus legisladores y concejales, quienes se subieron sus sueldos hasta el millón y medio de pesos. Lo más nefasto de todo fue leer las excusas de los políticos capitalistas diciendo “no sabía que votamos aumentarnos el sueldo” o, como dijo el dinosaurio Fernando Juri, el aumento se otorga en el “marco de la realidad”. Nuevamente, queda claro cómo hay realidades para los ricos y realidades para los pobres, derecho a manifestarse para los ricos y persecución y represión para los pobres.

Las mentiras de campaña de Milei quedan expuestas en nuestra provincia cuando vemos que mientras la casta sigue de fiesta, el hambre y la impunidad no paran de crecer.

Las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo,  que en los pocos días de gestión ofrece como salida el plato recalentado de un mayor endeudamiento, refleja una continuidad del camino transitado por Massa. El brutal ajuste fiscal no resolverá el problema de stock de importaciones, ni de los pasivos remunerados del BCRA que pretenden “esconderse” con bonos del Tesoro, potenciado el desequilibrio económico. Mientras tanto, la escalada inflacionaria se transformará en una licuadora gigante de los ingresos de las mayorías populares que además deberán soportar tarifazos e impuestazos.

Todos aquellos que pensaron en el peronismo o en los libertarios como alternativa política para salir de la crisis fueron nuevamente estafados.

Que Jaldo, Milei y todos los políticos capitalistas se preparen porque no habrá protocolo posible para frenar la rebelión que anticipa el nefasto plan de guerra contra los trabajadores, que junto a la burocracia sindical y los gobernadores pretenden imponer.

¡Salgamos todos a la calle hasta derrotarlo!

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