Políticas

13/9/2022|1653

Milei propone resolver la inflación reeditando los fracasos de Cavallo y Sturzenegger

Ambos funcionarios de gobiernos que llevaron al país a la quiebra y terminaron en megadevaluaciones.

Milei

El diputado por la Libertad Avanza, Javier Milei, participó de un seminario económico organizado en el Teatro Broadway donde realizó una presentación titulada “El fin de la inflación”. Allí le atribuyó a la emisión monetaria ser la única causa del fenómeno inflacionario, utilizando ese argumento como pretexto para promover un mayor ajuste sobre el gasto social. A su vez, reivindicó la convertibilidad introducida por Domingo Cavallo y halagó la gestión de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central durante el gobierno macrista, ambos presentes en el auditorio. Como vemos, el facho libertario no tuvo ningún reparo en citar dos experiencias ruinosas para el país, presentándolas como el “ejemplo a seguir”.

En primer lugar, defendió la Ley de Convertibilidad sancionada en 1991 bajo el gobierno de Menem, por iniciativa de Cavallo, en ese entonces ministro de Economía. En su alocución, Milei destacó que “en el período que duró la convertibilidad la inflación promedio bajó al 9%” dado que la normativa dejaba al Banco Central sin la posibilidad de emitir. Ahora bien, evitó hacer mención de la catástrofe económica y social que produjo esa receta, con el estallido del 2001 como su punto cúlmine.

En sus reverencias al menemismo, Milei omite que la paridad artificial entre el peso y el dólar solo pudo sostenerse a costa de un gigantesco endeudamiento en moneda extranjera y un proceso de privatizaciones sin precedentes. En lugar de la revolución productiva que prometían, en 1995 el PBI había caído un 4,4% fruto de la recesión económica que acarreaba la apertura comercial, y, a su vez, el índice de desocupación llegaba al 18,5%; un fracaso rotundo. Esto, sin mencionar el avance de la flexibilidad laboral que sufrieron los trabajadores y la destrucción de los fondos jubilatorios.

Todo el esquema derivó en una crisis de deuda y profundización de la fuga de capitales. Entonces, frente a las dificultades de financiamiento y en función de mantener “el 1 a 1”, el gobierno de De la Rúa, tras su asunción, contrajo un préstamo con el FMI por U$S 40 mil millones -lo que se conoce como “Blindaje”- a condición de ejecutar un fuerte ajuste sobre las partidas sociales, salarios y jubilaciones. Cavallo, el artífice de esta “bola de nieve”, regresó al ministerio de Economía en el 2001 para acrecentarla lanzando  el Megacanje. El programa consistía en refinanciar vencimientos de deuda a tasas megausurarias de entre el 14,5% y el 16% anual, un verdadero negociado para los acreedores. Federico Sturzzenegger también fue partícipe de esta estafa ya que en ese momento ocupaba el cargo de secretario de Política Económica.

Así las cosas, la deuda pública, que se ubicaba en los U$S 60.046 millones en 1991, ascendió a U$S 144.000 millones en 2001, una hipoteca impagable. Finalmente, el “mejor ministro de Economía” según Milei terminó su gestión con una fuga de capitales bestial, imponiendo un corralito y empujando a Argentina al default más grande de su historia. Un desastre económico y social en toda la línea: en 2001, el PBI se derrumbó un 30% y la pobreza alcanzaba al 46% de la población. Además, lejos de amortiguar la inflación, el desenlace de este proceso fue la devaluación del 2002 que pulverizó el poder adquisitivo de los trabajadores.

Mención aparte merece el elogio de Milei hacia Sturzenegger, sosteniendo que “si un Banco Central con el de las características que conducía Sturzenegger no funcionó, no hay forma de que funcione”, previo a los dichos del exfuncionario felicitándose por haber eliminado las restricciones cambiarias en nombre de la “libertad”. Bien sabemos que el levantamiento del cepo durante el macrismo favoreció la libertad únicamente de los capitalistas para desplumar al Banco Central, protagonizando una fuga de U$S 80 mil millones que obligó a Macri a reponer el cepo cambiario al final de su mandato. Un descalabro cuyas consecuencias las pagó el pueblo trabajador con más pobreza, inflación y desempleo.

La “hazaña” que le adjudica Milei a Sturzenegger no es otra cosa que haber montado una gran bicicleta financiera alrededor de las Lebacs del BCRA, en beneficio de los fondos de inversión, los cuales obtenían rendimientos de hasta el 70%. El diputado llega al ridículo de pretender explicar cómo poner fin a la inflación mientras ensalza a  funcionarios de una gestión presidencial donde el índice inflacionario promedió el 40%. Es importante señalar que este fue el origen de la enorme deuda que pesa hoy en día sobre la autoridad monetaria, que el gobierno de Alberto Fernández no pudo desarmar, cuyo pago de intereses demanda una fuerte emisión monetaria. La misma que para Milei es causante número uno de la inflación.

Como vemos, el autodenominado “libertario” pregona recetas que de anticasta no tienen nada pero tampoco son antiinflacionarias. Por el contrario, nos propone repetir medidas ya implementadas en el pasado por lo más más rancio del régimen político, las cuales hundieron al país y representaron para la población trabajadora más miseria y privaciones. Nos propone, lisa y llanamente, estrellarnos contra la pared.

En definitiva, la única forma de defender el bolsillo popular el luchando en las calles por mejoras salariales y promoviendo una reorganización social erigida sobre nuevas bases.