En medio de choques internos, el gobierno de Javier Milei procedió a una fuerte reestructuración de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) a partir de las flamantes designaciones en sus cúpulas. El Ejército fue el más afectado, porque pasaron a retiro a 23 de los 55 generales. En la Marina afectaron a 7 sobre 26 almirantes. Y, en menor cantidad, eyectaron a 5 de los 17 brigadieres por parte de la Fuerza Aérea.

El actual jefe del arma aeronáutica, Xavier Isaac, quedó a cargo ahora del Estado Mayor Conjunto (Emco, coordinación de las tres fuerzas). En tanto, al frente del Ejército quedará el general de brigada Carlos Alberto Presti; en la Fuerza Aérea (FAA), el brigadier mayor Fernando Luis Mengo; y en la Armada, el contraalmirante Carlos María Allievi. Según los expertos, estos cambios obedecen a la necesidad de cuadros más permeables para profundizar la política represiva (intervenir en la seguridad interior), la venta y privatizaciones de las propiedades de las fuerzas y, por sobre todo, el “alineamiento con los Estados Unidos” (Página 12, 3/1).

Más que nombres, una orientación

Un dato interesante en las definiciones que tomó Milei es que el rol del ministro de Defensa Luis Petri fue casi de “cartón pintado” y que el verdadero filtro en los nombramientos fue el del jefe de Gabinete Nicolás Posse y su influyente secretario de Estrategia nacional, el brigadier retirado Jorge Antelo. Tanto Posse y Antelo fueron empleados de Corporación América de Eduardo Eurnekian, que es a su vez la que regentea la administración de los aeropuertos del país a través de Aeropuertos 2000.

Luego de las privatizaciones de las terminales aeroportuarias durante el final de la presidencia de Carlos Menem es muy común que altos oficiales de la Fuerza Aérea, cuando pasan a retiro, luego sean contratados en las empresas de Eurnekian. Mostrando así un aceitado vínculo entre Corporación America y la FAA en todo tipo de negociados del rubro. Además, el exbrigadier Antelo fue funcionario del ministerio de Defensa durante el gobierno de Mauricio Macri, lo cual su poder de lobby se fue acrecentando a lo largo del tiempo.

En cuanto a Xavier Julián Isaac y el Estado Mayor Conjunto, la Fuerza Aérea claramente se ha visto favorecida por la administración de La Libertad Avanza. La FAA y en particular Isaac se pronunciaron por comprar los aviones norteamericanos F 16 y no los chinos Thunder. Su “argumento” (infiriendo la guerra comercial chino-estadounidense) es que iba a ser muy difícil conseguir repuestos de los aviones chinos, dado el bloqueo norteamericano y británico. En especial, Gran Bretaña (lógicamente) se opone a que la Argentina tenga esos aviones.

A su vez, la Fuerza Aérea había protagonizado el rescate de los ciudadanos argentino-israelíes después del ataque de Hamas del 7 de octubre. Como se sabe, el Operativo se hizo con un Hércules C130 y un Boeing 737, ambos de la FAA. Esa diligencia fue muy bien vista por los EEUU e Israel, y encaja con la subordinación de Javier Milei a los yanquis y al sionismo. La aviación argentina constituye la fuerza más moderna y vinculada a Norteamérica. Los Hércules, helicópteros y el 90% del material de la Fuerza Aérea proviene de los Estados Unidos y sus jefes viajan frecuentemente. Por caso, Isaac fue agregado militar en Washington, mientras que su sucesor, Fernando Mengo, estuvo destinado en la embajada de Londres.

Respecto al Ejército se produjo un recambio casi total con la nominación del general Presti. La movida implicó el pase a retiro de una veintena de generales con mayor antigüedad. En el entorno de los desplazados afirman que hay una clara orientación política: un trasvasamiento hacia generales más jóvenes y alineados en particular con Juntos por el Cambio y, por ende, dejando una reserva de mandos medios que relevarán en el futuro a los actuales y que son simpatizantes de LLA.

En ese marco, Presti fue el titular del Colegio Militar de la Nación, un cargo que siempre constituye un pergamino porque moldea la formación ideológica-intelectual de los futuros oficiales. A esto se suma la cercanía con el macrismo. Alberto Presti viene de la IV Brigada de Córdoba donde soldados bajo su mando cocinaron y sirvieron un locro en un acto partidario organizado por el entonces opositor Luis Juez. Presti tiene un hermano, Daniel, que revista en JxC desde hace años y su padre, Roque, fue acusado por delitos de lesa humanidad (Idem Página 12).

Sobre la Armada ha quedado como la Cenicienta de la historia. Relegada desde hace décadas en poder ocupar la jefatura del Estado Mayor Conjunto, donde se reparten los favores la Fuerza Aérea y el Ejército, cuando debería ser rotativo de manera igualitaria entre las tres armas. Sin embargo, es un secreto a voces que la Marina arrastra todavía los tremendos efectos del hundimiento y la masacre de los 44 tripulantes del ARA San Juan y de la cual el rol de la conducción de la fuerza y el gobierno macrista ha sido nefasto. De todos modos, lo más importante para el presidente Milei es el alineamiento geopolítico con occidente y la Otan, y el nuevo jefe Avielli ha sido en su momento también agregado militar en Washington, como para encajar en el rompecabezas.

Privatizaciones

El gobierno de Milei, con su latiguillo del “No hay plata”, anunció una auditoría sobre las Fuerzas Armadas. Que, dicho sea de paso y que lo hacen saber a través de varios periodistas alfiles que ofician de sus voceros, hay bastante malestar con la cuestión salarial, equipamientos y ascensos demorados. Pero, en el ámbito castrense creen que en el trasfondo es la base de una ofensiva privatizadora y a merced de un fabuloso negocio inmobiliario.

El ejemplo más recurrente son los terrenos del Regimiento de Patricios, en Palermo. El temor es que de ninguna manera quedaría como un ámbito para un parque o para escuelas o un centro deportivo, sino que sería la base de fastuosos proyectos privados. El otro ejemplo está relacionado con la exploración petrolera en las cercanías de Mar del Plata. Ya se mira la Base Naval -otro terreno de incalculable valor- como un posible puerto petrolero. Por ello, una novata conducción no serían un obstáculo para estos objetivos

Ensayo autoritario

El gobierno de Milei, a veinte días de andar, ensaya el establecimiento de un “bonapartismo de derecha”, relegando al Congreso y al Poder Judicial y como se expresó con la presentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia y la Ley Ómnibus, que todavía deberá pasar la prueba de los acontecimientos. No exento de crisis.

En este sentido, un generalato más juvenil sería más propenso a la hora de intentar cometer sus propósitos “Fujimoristas”. Al contrario de los recientes generales exonerados, con mayor experiencia política y cautos de cualquier aventurerismo.

A su vez, fiel a su estilo de imitar a sus amos del norte, el gobierno mileista tiene en carpeta la creación de un Consejo de Seguridad Nacional, como existe en los Estados Unidos. Allí se pretende, bajo la excusa del terrorismo y el narcotráfico, unificar los recursos y atribuciones de las fuerzas de seguridad, militares y órganos de inteligencia, para avanzar en una intervención de las fuerzas armadas en asuntos de seguridad interior (violando la actual legislación que lo impide), reforzando así una orientación represiva en un contexto de creciente descontento social, empobrecimiento y miseria por los planes de ajuste y entrega de los gobiernos peones del capital financiero. Mientras los negocios espurios del narco, trata, lavado de activos seguirán vivitos y coleando y encima podrán cooptar a generales.

Frente a este panorama, a los luchadores nos queda el tamaño desafío de organizar y ampliar la movilización del pueblo trabajador para derrotar el plan motosierra y su ariete represivo.

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