Políticas

18/10/2012|1244

Mirador de la izquierda

Esta columna de “Prensa Obrera” se propone reseñar diversos enfoques y posiciones de la izquierda sobre la actualidad.

Crisis con prefectos y gendarmes


El amotinamiento de las fuerzas represivas preferidas del gobierno encontró respuestas divergentes de la izquierda. El PTS zanjó el asunto con que prefectos y gendarmes “no son integrantes de la clase obrera ni de sus aliados, sino parte del aparato represivo”. Lo mismo debería valer para el Parlamento y la Justicia, que dictan las leyes y dan las órdenes que ejecutan los aparatos de represión -lo cual no ha impedido que la izquierda participe en ellos. El PTS no distingue para el caso las tendencias que actúan en las fuerzas armadas en su concepto amplio ni el momento político en que estallan estas crisis.


Una posición similar adoptó el Nuevo MAS. Para Izquierda Socialista, por el contrario, “las fuerzas de seguridad tienen todo el derecho a defender sus salarios”, asegurando, en general, que la crisis “debilita la función de las fuerzas represivas como sostenes de este sistema capitalista” y que son justas “las luchas contra el ajuste”.


El MST, Izquierda Socialista y el PCR apoyan la sindicalización militar en forma incondicional. Para Alternativa Socialista: “si en algún momento se logra, será un paso importante”. Hoy (PCR) dice que hay “propuestas de sindicalización (…) contradictorias con el papel que les asigna el Estado oligárquico-imperialista a estas fuerzas”. Para El Socialista, Moyano y De Gennaro “tienen que poner sus organizaciones sindicales a disposición, para enfrentar las represalias y los pases a disponibilidad y dar pasos para lograr ese derecho”. No hay caracterización alguna de quién y qué sindicalización plantea, ni se diferencia de los planteos de ‘sindicalización’ que hay en el oficialismo (Saín) y la oposición (Garrido). Se llega al extremo de concederle la tarea de sindicalización a la burocracia sindical, cuyos vínculos con los aparatos de seguridad son notorios. El PTS, por su lado, insiste en que “no es nuestro problema”.


Está ausente en todo esto, “el análisis concreto de una situación concreta”. Con tantos casos en la historia, de pasaje de sectores de los aparatos armados del Estado al campo del pueblo sublevado, el sociologismo no vale lo que pesa.


Paro y movilización del 10 de octubre


Cuatro periódicos (el de IS, MST, PCR y Prensa Obrera) coincidieron en destacar la importancia de la movilización obrera del 10 de octubre en Plaza de Mayo. La diferencia radica en el seguidismo de los tres primeros a los convocantes; no critican ninguno de los discursos, cuando es claro que el bloque convocante apunta a la recreación de una Unión Democrática. Izquierda Socialista reivindicó la presencia de los capitalistas de la Federación Agraria “junto a los trabajadores”, en línea con su posición sojera en ocasión de la 125.


El PTS, por su lado, decidió “no participar” en razón del “carácter de acto político de conciliación de clases”. Si es así podrían tomarse largas vacaciones, porque ésa es la línea de los dirigentes de los sindicatos -como lo fue la movilización del 27 de junio pasado, en la que sí participaron.


Toda la izquierda, sea abstencionista o concurrencista, convoca, hasta el momento, a la movilización del próximo 24 contra el proyecto de ART de los K. En cualquier caso, está planteada la huelga general.


CRCI


La Verdad Obrera apela a un viejo recurso de los que se quedan sin argumentos. No dicen una palabra de la demoledora crítica que les hiciera Coggiola acerca del importantísimo Seminario de la Izquierda que tuvo lugar en San Pablo, y desvían la atención hacia lo que pretende ser una crítica a la CRCI, pero es, en realidad, un auto bombo del PTS. Defienden como método de construcción internacional, lo que hacen todos los grupos y grupejos en todo el mundo: crear sus propias secciones de individuos o pequeños grupos manejados administrativamente desde un ‘centro’.