Políticas

15/11/2012|1248

Mirador de la izquierda: 8N, paro general

Toda la izquierda abordó como tema destacado, en sus publicaciones o comunicados, la movilización del 8 de noviembre. Algunos la vincularon con el paro general. El título de tapa de Alternativa Socialista (MST) fue "crece la bronca", ilustra con una foto del Obelisco colmado. El tutelaje político que intentó ejercer la oposición tradicional es considerado un dato menor ("más allá de las contradicciones que se expresaron en la convocatoria"). El MST presenta al paro nacional como "continuación" del 8N. Una posición similar adoptó el PCR, que en un comunicado firmado por Otto Vargas consideró que "esta multitudinaria manifestación nacional refuerza la necesidad y las posibilidades exitosas del paro nacional que organizan la CTA, CGT, CGT Azul y Blanca, Federación Agraria Argentina, Federación Nacional Campesina, CCC, Barrios de Pie, FUA". Pero el paro plantea, precisamente, la posibilidad de colocar en un primer plano a la clase obrera y sus reivindicaciones, y encolumnar detrás de esa perspectiva a las otras expresiones de la insatisfacción popular. El planteo de estas corrientes, en cambio, coloca a los trabajadores como furgón de cola de los padrinos políticos del 8N. La pretendida "continuidad" entre una y otra jornada empalma con la burocracia sindical opositora, la cual está metida en el armado de alternativas electorales con la derecha o el centroizquierda. Ni el MST ni el PCR señalan este aspecto, porque ellos mismos están involucrados en esos armados. Alternativa Socialista critica la reunión del café La Paz que juntó a Donda y Prat Gay ("insistiendo en proyectos que antes hundieron al país y ahora hundirán a quienes se embarquen en ellos"). No menciona, sin embargo, que Pino Solanas firmó junto a la derecha contra la re-re, o sea que forma parte "del juego".


Libres del Sur, por su parte, publicó un comunicado, firmado por Humberto Tumini en el que postula la "unidad de la oposición" sobre tres puntos: "1) Impedir la re-reelección de Cristina Kirchner; sin dos tercios del Congreso no podrán reformar la Constitución para ello; 2) quitarle al gobierno la mayoría actual en el Congreso, de manera de ponerle un impedimento para hacer lo que quiera; como sucede en la actualidad ya que cuenta con mayoría en ambas Cámaras; 3) mostrar que podemos ser una alternativa en 2015. Para eso hay que constituir, en unidad, una gran fuerza política. Como bien dice Hermes Binner". Este es el "programa" que ampara una tentativa de frente con los radicales y la Coalición Cívica.


El PTS publicó en La Verdad Obrera (8/11) que el 8N sería "funcional a las distintas variantes de la oposición patronal, política o mediática, que utiliza a las clases medias", y destacó que "la tarea del momento es imponer el paro nacional". Curiosamente, retomó -luego de mucho tiempo- la referencia al Frente de Izquierda, al que propone "impulsar en común un posicionamiento para promover un polo o bloque antiburocrático para intervenir con una política independiente". Pero el paro es un episodio de una crisis general, o sea política. El PTS persiste en su negativa a que el Frente de Izquierda se presente como alternativa política, mientras se procesa una crisis de poder que buscará ser encauzada a través de las elecciones.


Izquierda Socialista impulsó la movilización del 8N, aunque "con reservas". En El Socialista (7/11) afirmó que "alertamos sobre la actuación de estos sectores [derecha], pero somos categóricos: apoyamos el legítimo repudio popular a las distintas políticas gubernamentales que se expresará masivamente en todo el país".


Otros grupos de izquierda profundizaron su acercamiento al kirchnerismo a partir del 8N. Juventud Rebelde-Rebelión (La Mella) y Socialismo Libertario editaron una declaración en la que adjudican un contenido "regresivo y antipopular" a la jornada. Destacan que en ella no estarán presentes los trabajadores y sus reclamos contra el impuesto al salario, pero omiten -que cuando se hicieron movilizaciones por eso- tampoco participaron. El rescate al gobierno, que nunca se menciona, es total cuando aseguran que en el 8N "no habrá consignas contra las rémoras del modelo neoliberal en el sistema de salud, transporte, las concesiones eléctricas y el saqueo de las mineras". Califican como "rémoras" -o "lo que falta"- a los contenidos centrales de la política capitalista del kirchnerismo.