Políticas

19/11/2020

CRECE EL HAMBRE

Misiones: familias desesperadas desentierran comida en mal estado, ante la crisis

No se puede enterrar la miseria.

Se conoció, el pasado miércoles 18, la noticia de que un grupo de familias de Iguazú, provincia de Misiones, desenterraron 1.200 cajas de pata muslo de pollo que habían sido decomisadas y desechadas bajo tierra por Prefectura Naval y la Municipalidad de Iguazú.

La mercadería había sido secuestrada el sábado por la madrugada ya que iba a ser contrabandeada a Brasil y desechada por una supuesta pérdida de cadena de frío, que ponía en riesgo la integridad del producto. Sin embargo, la situación extrema de hambre y miseria que viven una enorme parte de los misioneros llevó a que familias de los barrios Fortín Mbororé (2.000 hectáreas), Nuevo Iguazú y Los Yerbal a hacerse presente en el lugar con picos y palas para hacerse de la mercadería enterrada.

La miseria en medio de la opulencia de los hoteles y free shop

Iguazú es la ciudad emblema del turismo, una de las “industrias sin chimeneas” más promovidas por el gobierno renovador, con hoteles, shoppings y todos los negocios ligados a la explotación de la cataratas. Los empresarios ligados a esta rama, entre ellos la familia del exgobernador y actual senador, Maurice Closs, se han hecho con millones de pesos mientras los trabajadores ocupados y desocupados se vieron condenados a sobrevivir con ingresos miserables, en una ciudad dolarizada por el turismo internacional, sin acceso a tierras, vivienda, agua, luz, en fin, a las necesidades mínimas para llevar adelante su vida.

En una ciudad donde una parte importante de los trabajadores dependen del turismo, el parate de las actividades por la cuarentena significó un enorme golpe a los ingresos de estas familias, y el abandono del Estado provincial, que no tomó una sola medida para asistir a los trabajadores parados y mucho menos a los desocupados, y un Estado nacional que solamente asistió con tres IFE en más de siete meses de cuarentena. Todo esto mientras la inflación significó una condena al hambre y la miseri para millones de personas, al punto tal que las familias arriesgan sus vidas por poder comer un poco de carne.

En este contexto de crisis económica fenomenal, que fue profundizada por la pandemia, el gobierno continúa apostando a más medidas de ajuste, pulverizando el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones, anulando la posibilidad de acceder a un cuarto IFE de miseria, pero, al mismo tiempo, garantizando subsidios a las petroleras y al gas mediante maniobras distractivas como la estafa que significa el “aporte solidario”.

Pongamos en pie una alternativa de los trabajadores

En las últimas décadas, el gobierno conjunto de peronistas, kirchneristas, macristas y renovadores, con la complicidad de las direcciones sindicales que pactan salarios a la baja y dejan pasar despidos, solamente nos ha llevado a una profundización del hambre y el saqueo y por lo tanto son los responsables de esta situación en la que nos encontramos.

Los trabajadores debemos construir entre nosotros una alternativa propia que lleve como bandera nuestros intereses por ellos es fundamental reforzar la organización en los barrios, los lugares de trabajo y estudio, para luchar por el trabajo genuino, contra la precarización laboral y los despidos, por el derecho a la tierra para vivir, por un salario que sea igual a la canasta familiar y por el rechazo al pago de la deuda externa. Abajo el ajuste, luchemos por una alternativa obrera y socialista.