Mientras los vecinos de Moreno sufrieron enormes pérdidas tras el temporal del miércoles, que golpeó fuertemente a la mayoría de los barrios del distrito, la intendenta Mariel Fernández se encuentra en Brasil en el Congreso Ciudad Inteligente Curitiba 2024.

El temporal no fue muy diferente al de la semana pasada, los barrios donde muchas calles completas quedaron anegadas son Santa Brígida, Cruce Castelar, Mariló, Paso del Rey, Haras, Cascallares y Moreno Centro, pero los problemas aparejados a las inundaciones se extendieron por casi todo el distrito. Muchos perdieron todo lo que tenían en sus casas. Hay vecinos incomunicados, sin luz, y que esta noche no van a poder dormir en una cama seca. El municipio no puso en funcionamiento ningún plan de asistencia o evacuación ante la emergencia. Los clubes, sociedades de fomento y edificios públicos municipales deberían ponerse al servicio de un plan de evacuación y recolección de ropa seca, alimentos y colchones.

También se vio que, al igual que la semana pasada, en las escuelas entró agua por la filtración de los techos en varias aulas. Calles que parecen ríos, arroyos desbordados, árboles caídos, casas inundadas son imágenes de la crisis en Moreno. Hay algunos casos en que los vecinos denuncian que las“calles nuevas”, donde se hicieron flamantes asfaltos, son las mismas obras las causantes de que sus casas se inundaran por la falta de planificación del desagüe hidráulico.

No podemos negar, como lo hace el presidente Milei, que el cambio climático producido por el calentamiento global genera estos desastres naturales con tormentas de gran magnitud, pero también lo que desnuda es la poca o casi nula planificación estatal para afrontar estos hechos.

No hay en el distrito obras hidráulicas en desarrollo que eviten las inundaciones. Un comunicado oficial del municipio de Moreno manifiesta que en la primera tormenta de la semana pasada “no hubo desbordes”, concepto similar al de Macri cuando dijo “no se inunda más”.

El caballito de batalla de la intendenta son “las obras” realizadas en el distrito. Pero ese caballito empieza a chocar con la realidad. Una de esas obras muy nombradas y saludadas por los aplaudidores de Mariel fue la canalización del Arroyo Los Perros, pero este no es el único arroyo en el distrito; el resto fueron olvidados. Los vecinos del Arroyo Los Perros, de hecho, denuncian que las obras no finalizaron y que no hay conexión de los desagües pluviales al arroyo, lo que produjo calles totalmente inundadas.

Por otro lado, mientras casi todo Moreno está en una situación muy crítica por el agua, Mariel Fernández se fue, el día anterior a la tormenta, a una exposición en Brasil con una comitiva de secretarios y concejales oficialistas. Esta exposición está patrocinada por grandes empresas: algunas de generación de energía, automotrices, tarjetas de crédito, de asesoramiento a los microemprendedores y otras dedicadas a la llamada “innovación”. Parece un broma contra la población morenense que no tiene resuelta una necesidad básica: la de poder tener un colchón seco por la noche mientras la intendenta y su séquito usa fondos municipales para viajar a Brasil a “buscar inversiones” de las empresas que después terminan depredando el ambiente. Esta es una característica del gobierno de Mariel Fernández, ya que durante su primera gestión terminó generando beneficios a sectores empresariales, terratenientes o a la especulación inmobiliaria.

Por supuesto que parte de la responsabilidad en la falta de continuidad y profundización en la obra pública la tienen el gobernador Kicillof y el presidente Milei que avanzan en recortes presupuestarios para lograr el déficit cero. Desarrollar una política de ajuste cuando estamos ante el aumento de casos de dengue o en emergencia hídrica es criminal.

Es totalmente necesaria la organización propia de los vecinos, organizando listados de damnificados para llevar el reclamo urgente al municipio que ni siquiera se acercó con brigadas de ayuda a los barrios. Este reclamo debe ser atendido con urgencia por los responsables municipales; los vecinos deben impulsar asambleas barriales para organizar la lucha por la concreción de los reclamos, las obras hidráulicas necesarias, el desmalezamiento, la limpieza de zanjas, etc.

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