Políticas

6/12/2023

Motosierra en YCRT: el destino de dos pueblos está en juego

Una historia de vaciamiento de la cuenca carbonífera por parte de los sucesivos gobiernos.

Trabajadores de YCRT.

En esta extensa vigilia hasta la asunción de Javier Milei como Presidente, muchos han desempolvado la intención de que el Estado nacional se desprenda del yacimiento, y muchos que no ubicarían a Río Turbio en un mapa, vociferan sobre el “déficit” y la ineficiencia de la empresa carbonífera-energética.

¿De qué historia reciente viene YCRT?

En tiempos de Menem, el yacimiento fue “concesionado” para su explotación a un empresario especialista en desguace de empresas el Sr. Taselli. (Zapla, Parmalat, un tiempo en ferrocarriles y otras). La licitación había fracasado sin oferentes, pero Néstor Kirchner (gobernador de Santa Cruz) ayudó a Taselli y gestionó ante Menem una mejora de las condiciones de la concesión, lo que permitió cerrar el acuerdo.

Taselli recibía del Estado nacional la masa salarial de 1.200 trabajadores y tenía la venta cautiva de carbón a la privatizada central de San Nicolás a un precio sobrevaluado en dólares. Antes de entregarla, el Estado nacional se desprendió de unos 2.500 trabajadores, en su mayor parte retiros voluntarios logrados bajo la amenaza de cierre.

Taselli vendió activos, aplicó formas flexibles de trabajo por contrato incluso a muchos ex “retirados” y debilitó todas las medidas de seguridad en el trabajo. Fueron 8 años de concesión y desguace, plagados de conflictos gremiales que incluyeron ocupaciones de la mina en 1994, 1998 y 2000.

En el 2000 había ganado la conducción de la CTA provincial una lista encabezada por la ADOSAC y la conducción de la seccional ATE Río Turbio. Esta unidad entre los mineros y los maestros, que venía de las luchas del ‘94 y el ‘98, alumbró una CTA clasista.

En 2001 se realizó el “Congreso del carbón”, organizado por los sindicatos, en el cual se votó contra la orientación de ATE provincial y levantó una consigna clave: “Fuera Taselli”. Los trabajadores reclamaron que se construya una gran usina a carbón en la zona y la perspectiva de una empresa estatal con mayoría de los trabajadores en el directorio. Las movilizaciones que le siguieron triunfaron en parte, con la intervención de la empresa por el Estado nacional, decretada por Duhalde en 2002.

Sin embargo, la empresa estaba destruida. En 2003, durante meses el Ministerio de Trabajo mantuvo cerrada la mina por falta de seguridad. En 2004, por esos mismos motivos, se desató un incendio en interior de mina que acabó con la vida de 14 mineros y esa tragedia cambió todo. Estalló la indignación y la vergüenza. Néstor Kirchner se vio obligado a prometer inversiones y la futura construcción de la Usina, que recién se comenzaría años después.

Para 2015, en medio de escándalos de corrupción que involucraron a la empresa constructora ISOLUX-CORSAN y al gobierno, el primero de los dos módulos de la usina se puso a funcionar 3 meses conectado al Interconectado Nacional.

Después de haber perdido las elecciones, CFK (quien a fines de los ‘80 proponía a los habitantes que se dedicaran al ajo y al turismo) elevó el proyecto de ley con la figura legal de la empresa estatal y con poder de decisión para la provincia que sería gobernada por Alicia Kirchner. Ese proyecto se aprobó en Diputados y el peronismo con mayoría en el Senado luego lo dejó caer. En 2023, la empresa sigue intervenida por el Estado Nacional.

Con Macri Presidente y Zeidán de Interventor, la corrupción fue la gran excusa que pavimentó la paralización de las obras. En 2018 vino el ataque a fondo con más de 1.000 despidos que fueron negociados en muchos casos como “retiros”. Después de tres meses de lucha y ocupación del yacimiento, los cientos de trabajadores que resistieron lograron su reincorporación.

Alberto, Aníbal, Alicia y otros cuatro años perdidos

El mandato comenzó con 417 despidos de personal incorporado en tiempos del macrismo. Para vergüenza de la organización sindical, fueron despidos pedidos por la conducción de ATE. Muy pocos lograron volver.

Aníbal Fernández se hizo cargo de la Intervención, pero casi no pisó Rio Turbio. Las inversiones para la mina no llegaron nunca y las de la usina solo a cuentagotas, con innumerables e inexplicables problemas técnicos, que en este periodo no han permitido un enganche prolongado en el tiempo de la usina con el interconectado.

Compañeros del Puerto de Punta Loyola denuncian que lo que ha habido es un vaciamiento por parte de todas las gestiones políticas.

Con la actual producción de la mina se puede generar una cantidad de electricidad (al menos 70 megas) que pueden cubrir buena parte del costo operativo de la empresa. Los estudios de impacto ambiental fueron aprobados recientemente para esta operatoria.

En los últimos tiempos asumió Daniel Peralta casi en campaña electoral. El 16 de noviembre, en vísperas del balotaje, Peralta encabezó una movilización junto a los sindicatos, que no fue muy masiva.

Si bien se impuso Massa con 8.178 votos en la suma de los pueblos de la cuenca, Milei logró 3.847 votos. Que uno de cada tres habitantes vote a alguien que puede poner en peligro inminente sus trabajos y la existencia misma de dos pueblos solo se explica por el desastre de estos cuatro años de gobierno ajustador y peronista.

La cuenca carbonífera alberga cerca de 30.000 habitantes pegados a la frontera y toda su actividad económica está vinculada a la existencia de la mina y ahora de la usina.

Para estos pueblos, la salida es la lucha y sobrevivir implica derrotar el plan motosierra en Río Turbio, para defender cada puesto de trabajo y todas las conquistas de los mineros y compañeros de superficie.

¿Qué Hacer?

Algunos dirigentes y el propio Peralta, o incluso un movimiento de mujeres del carbón impulsado por las autoridades, hablan ahora del “consenso” para salvar a Río Turbio y se proponen gestiones y compromisos con autoridades provinciales y nacionales.

Desde el Partido Obrero impulsamos todas las iniciativas de movilización real y de lucha que están debatiéndose en las bases, empezando por los plenarios de delegados, reuniones intersindicales y asambleas comunitarias que son parte de la historia de lucha de la cuenca carbonera.

El Partido Obrero ha planteado proyectos de ley desde hace más de una década con una salida de fondo: Una carboeléctrica estatal bajo gestión de los trabajadores.

https://prensaobrera.com/sindicales/cgt-y-ctas-puro-amague

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