Políticas

7/11/2022

Moyano y Bullrich cruzan amenazas mientras el ajuste pasa

El líder cegetista deja pasar el ajuste que la líder derechista promete y que fue incapaz de aplicar en el pasado.

Patricia Bullrich y Pablo Moyano.

El cruce entre Pablo Moyano y Patricia Bullrich habla más por lo que no se dice que por lo que sí. Moyano se declara en pie de guerra contra un eventual ajuste si la derecha ganara las próximas elecciones, para encubrir el ajuste fondomonetarista que aplica el Frente de Todos y compañía. Bullrich, en cambio, presume de su debilidad: la incapacidad bajo el macrismo de avanzar a fondo contra los trabajadores. Ofensiva que fue derrotada en las calles.

Moyano, quien ha demostrado decir más de lo que hace, se dirigió contra Mauricio Macri y Bullrich para afirmar que “si vuelven y llegan a tocar un derecho de los laburantes, vamos a ser los primeros que estemos en la calle”.

La idea de que el ajuste “regresaría” con Macri y compañía exculpa la responsabilidad del gobierno actual, que prometió priorizar la agenda de los sectores más vulnerables y profundizó el deterioro económico de trabajadores y jubilados, de la mando de la agenda del FMI.

El líder cegetista no ha promocionado ninguna acción de lucha contra esta orientación. Tampoco lo ha hecho contra la aprobación del pacto con el FMI –que la CGT saludó como positivo- ni contra el Presupuesto 2023 de recortes y ajuste, ambos con apoyo de la derecha. Su planteo actual implica no ganar las calles ahora, para que no gane la derecha mañana; pero, de esta forma, ganan las patronales y el ajuste en marcha.

En la reciente paritaria del gremio de Camioneros también amenazó con ir a un “conflicto ejemplar”, favorecido por el arrastre de la victoria del Sutna. Pablo Moyano bajó 25 puntos porcentuales de su pretensión paritaria sin convocar a una sola medida de lucha.

Patricia Bullrich recogió el guante, manifestandole: “En mi gobierno, si violás la ley, vas preso. Te aviso”, con la misma alusión a las próximas elecciones. Se trata de una “advertencia” que raya la amenaza, ya que Moyano habría reivindicado su derecho a una eventual movilización/manifestación, algo que se encuentra en los marcos de la ley.

Este sector busca escalar en la confrontación con el gobierno y la burocracia sindical para capitalizar el “voto bronca” contra el desmadre oficial, reivindicando una agenda abiertamente derechista, antiobrera y represiva.

Sin embargo, Bullrich oculta con su verborragia su fracaso reciente, cuando dentro del gobierno de Mauricio Macri tuvo que poner freno a los planes de reformas antiobreras estructurales debido a la movilización obrera y popular en rechazo a la reforma previsional en el Congreso.

Bullrich quiere prescindir de parte de la burocracia sindical que no domina para llevar adelante el ajuste acordado con el FMI, pero esa es la clave de todo el asunto: Moyano y la burocracia cegetista dejan pasar el ajuste con el gobierno del Frente de Todos, boicoteando cualquier acción de lucha o de independencia de clase. Allí se inscribe la única “marcha de protesta” contra los formadores de precios y “en favor del gobierno”.

Detrás de esta polémica se esconde una política que erosiona los salarios obreros, precariza el trabajo y avanza con reformas antiobreras convenio por convenio. La lucha contra el ajuste es ahora, contra el FMI, su gobierno y sus socios.