Políticas

24/6/2005|905

Mst: Las mentiras de la impotencia

En su debut como expresión del llamado MST I el periódico Alternativa Socialista dedica una amplia cobertura al Frente de izquierda. Es difícil encontrar, aun en la historia de la literatura de esta corriente, una colección tan amplia de mentiras referidas al PO.


Dice AS (15/6): “Durante meses el PO propuso internas abiertas para hacer un frente en la Capital Federal, desechando los otros distritos… Rechazando la realización de un frente nacional” (Vilma Ripoll).


Los hechos son: en la convocatoria política del PO a un Frente de izquierda, dada a conocer el 24 de febrero (PO 888) —hace cuatro meses, retenga el lector este hecho— se dice que”esta propuesta es oportuna para todos los distritos del país, pero puede experimentarse de inmediato en la Ciudad de Buenos Aires. La crisis en la Ciudad ha desarrollado la tensión política más que en cualquier otro lado”.


Dice AS: El PO “luego en Salta, rechazó la realización de un frente con IU, donde IU proponía que encabezara el PO, exigiendo un frente nacional. ¿En qué quedamos?”.


Los hecho son: luego de dos meses de producida la convocatoria del PO en los cuales no hubo una sola reunión formal con IU (sólo encuentros “informales” a pedido de los partidos componentes de IU), luego de estos dos meses, el MST (ni siquiera IU) envía una carta al PO de Salta para constituir de urgencia un frente en el distrito a cuatro horas del vencimiento de los plazos electorales para las alianzas. El MST promete en su carta que la unidad en Salta “sería (sic), además (sic), una muy buena señal (sic), de cara (sic) a explotar (sic) la posibilidad (sic) de avanzar (sic) en conformar un gran frente de izquierda y los luchadores”. Veinticinco palabras para no decir nada. Ninguna voluntad de construir un frente 100% de izquierda, sólo una maniobra para disimular la negativa.


Dice AS: “Los dirigentes del PO cuestionan la participación del PC en un Frente de izquierda por su participación en el llamado Encuentro de Rosario”. El PO, insiste, “está en contra de la candidatura de Echegaray”, por lo que “es falso que el PO quiera un frente con IU, ya que impugna al principal dirigente de uno de los partidos de la misma”.


Los hechos son: no existe una sola línea de todo lo escrito por el PO en relación con el Frente de izquierda que excluya al PC y a Echegaray del llamado al Frente de izquierda. Quien tenga dudas puede verificar el conjunto de las ediciones del PO en www.po.org.ar


La ruptura de IU


Dice AS: “En Santiago del Estero hubo una nueva prueba: allí hay elecciones a constituyentes y cerraron la listas el viernes 10 de julio. El MST, con una carta pública a la dirección del PO, le propuso un acuerdo. Esto hubiera sido supuestamente, según palabras de Altamira, un frente ciento por ciento de izquierda. Pero el PO lo rechazó”.


Los hechos son: IU se partió en Santiago del Estero, por la incorporación del PC al Frente multisectorial con fuerzas que apoyaron y fueron parte del gobierno de la intervención y constituyeron una coalición de fuerzas que sustentó el gobierno del enviado de K. El MST integró esa coalición de fuerzas en su origen, pero en las propias negociaciones previas a la presentación de las candidaturas a la Constituyente, su dirigente máximo, Castillo, habría sido vetado como candidato por su condición de dirigente “piquetero”. Es decir que el MST no forma parte de una de las patas del oficialismo en Santiago sólo por una cuestión de candidaturas. Pero, como lo plantea el comunicado del PO de Santiago, el MST se negó tajantemente a defender el planteo de un frente ciento por ciento de izquierda y reclamó el apoyo a “la incorporación e inclusive las candidaturas de Mario Cafiero, Jorge Rivas (…) o sea de personalidades vinculadas a la burocracia sindical, referentes políticos del aparato del clero o del centroizquierda, contrarias a los programas y las luchas que viene protagonizando el pueblo argentino” (PO 904, junio).


Es lo que reafirma Vilma Ripoll en la sarta de infamias de AS a la que hacemos referencia. “Vemos equivocada la propuesta del PO de un frente 100 % de izquierda, que excluye a dirigentes y grupos que provienen de otras tradiciones y están dispuestos a sumarse”. A sumarse, no; a convertirse en los portavoces políticos.


¿Suman? Convocar a los emigrados políticos del PJ y de la Alianza a encabezar un frente es convertir al frente en el instrumento de esos tránsfugas políticos y constituye un golpe moral y político a los miles de luchadores y cuadros que tiene la izquierda. Vilma Ripoll quiere llevarnos de nuevo a las combinaciones electorales que parieron a los Chacho Alvarez, Fernández Meijide, Solanas y Vicentes. Siempre que haya un puesto para ella.