Políticas

13/10/2016|1432

Muerte del cura Viroche: crisis política y lucha popular


La muerte del cura Viroche, quien fue encontrado ahorcado sin vida en la parroquia que estaba a su cargo, se ha transformado en un factor clave de la crisis y descomposición del régimen político provincial. Ha disparado un proceso de reacción popular que ya se tradujo en varias movilizaciones donde se ha cuestionado tanto a la jerarquía de la iglesia tucumana como al gobierno de Manzur.


 


El fiscal a cargo de la causa, ha sostenido desde un inicio que todas las pruebas periciales realizadas indican que el cura se habría suicidado. Esta tesis fue tomada por el arzobispo salteño Zecca, pero también por el gobernador Manzur y por Macri.


 


Esta tesis se contrapuso con la opinión popular generalizada de que al cura lo asesinaron los narcos que él venía denunciando.


 


Una trama extendida


 


Con el paso de los días se ha producido un conjunto de hechos.


 


Por un lado, fue conocido un audio donde el cura denuncia estar amenazado por sectores vinculado a los narcos y, a la vez, que estos cuentan con protección policial y política en la zona. Se refiere a lo que viene ocurriendo en la comuna de la Florida y en la comuna de Delfín Gallo.


 


La comuna de la Florida es un reducto de una camarilla encabezada por Chicho Soría, a cuyo amparo actúa impunemente una de las bandas mafiosas -los Camanes- más peligrosas de la región (esta banda en el 2008 fue la que amenazó en la propia Legislatura provincial a Alberto Lebbos). La comuna de la Florida es también el asentamiento del ingenio la Florida, cuyo dueño, Rochia Ferro, se transformó en uno de los empresarios preferidos de Alperovich. Rochia Ferro y su esposa cuentan con múltiples negocios en la provincia, y fueron ellos los promotores de la candidatura de José López a la gobernación de Tucumán, iniciativa que, en un inicio, fue apoyada por el propio Alperovich.


 


Delfín Gallo cobró notoriedad recientemente por su comisaría, desde la cual se escapó el narco “Pico” Peralta, una fuga comprada y en la que aparecen comprometido altos jefes policiales.


Los pobladores de la zona señalan que en esta cadena de intereses están los responsables de la muerte del cura.


 


Otro hecho ocurrido el sábado 7, provocó conmoción, cuando cobró estado público el secuestro de una de las referentes del movimiento de “Las Madres de los Pañuelos Negros”, quien estaba invitada a participar de un programa de TV en Buenos Aires. Un grupo comando encapuchado la mantuvo secuestrada bajo amenaza durante toda la mañana impidiendo que pudiera viajar.


 


¿Suicidio?


 


Los familiares del cura y, en especial, una de sus sobrinas fueron contundentes al señalar que a su tío lo habían asesinado y paralelo a ello decidieron cambiar al abogado de la familia, quien desde un primer momento se había sumado a la tesis del suicidio.


 


A su vez, varios referentes de la Iglesia, también han planteado su punto de vista contrario a la idea del suicidio.


 


En el seno del propio gobierno algunos ya han comenzado a abrir el paraguas. Mientras Manzur y el ministro de Seguridad siguen abonando la idea del suicidio, el ministro de Gobierno, Regino Amado, dijo “que no lo sorprendería que detrás de la muerte del religioso haya una organización narco” (Las Gaceta, 11/10).


 


En este marco, se ha autoconvocado a una nueva marcha para este viernes a la noche en la plaza Independencia que, como la realizada la semana pasada, promete ser masiva.


 


Es necesario coordinar un proceso de movilización sistemático, que no solo sea independiente del gobierno y la jerarquía de la iglesia, sino que, precisamente ,apunte a denunciar claramente la complicidad del poder político y de sus aparatos represivos con el crimen organizado. Es la vía para avanzar en la lucha efectiva para terminar con el accionar impune de las mafias.