Políticas
23/4/2020
Municipales de Jesús María: asamblea y movilización frente al ajuste
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Los trabajadores y trabajadoras del Sindicato Municipal de Jesús María paralizaron la actividad ayer miércoles 23 de abril, a través de una asamblea general y movilización. La acción consensuada y dispuesta por el sindicato Sitram rechazaba de manera unánime y contundente el atropello que el intendente Luis Picat pretende consumar: declarar la emergencia municipal para proceder a recortar sus magrísimos salarios. La medida del gobierno municipal constituye una provocación sencillamente porque los trabajadores municipales se encuentran en la primera línea de acción en el combate de la pandemia Covid-19 y porque además sus salarios están en algunos casos en la línea de indigencia y en otros, en la de pobreza.
El gobierno respondió a esta medida con una actitud persecutoria, buscando imponer sanciones, acusando a los compañeros de manera mentirosa de no haber cumplido con la prestación de servicios esenciales, incriminándolos infundadamente de poner en riesgo la vida y la salud de los vecinos de la ciudad por generar focos de contagios de enfermedades como el dengue. Todas estas mentiras e intimidaciones tienen el objetivo de atacar la organización obrera.
El Ejecutivo municipal comunicó hace una semana al sindicato que no cumpliría con el acuerdo salarial alcanzado en marzo y recortaría salarios de más de 33 mil pesos porque la ciudad, supuestamente, se encontraba en crisis para afrontar la pandemia del coronavirus. Luego del rechazo del sindicato a esta tropelía, el intendente firmó un acta donde negaba que hubiera recortes de sueldo aunque omitió deliberadamente comunicar que el concejo de la ciudad se aprestaba a declarar la emergencia municipal. O sea que sí ajustaría el salario y las condiciones de trabajo de los municipales, pero esta vez a través de una ordenanza. La declaración de emergencia económica, social y sanitaria de Jesús María no es más que la habilitación para proceder a un ataque liso y llano de las conquistas de las y los trabajadores municipales, sus turnos y condiciones laborales, sus salarios y un largo etcétera. Pero además, es una declaración de guerra contra la población en general, porque golpea gravemente al personal municipal que desarrolla tareas esenciales en toda la ciudad y particularmente las de combate de la pandemia de coronavirus, como lo están haciendo las y los trabajadores de la salud.
La posición del intendente Picat sigue fielmente a la del gobernador Schiaretti. En menos de un mes y con el escudo de la pandemia al frente, el ministro de Finanzas provincial, Osvaldo Giordano, anunció recortes de sueldos a los estatales, pago en cuasimoneda, ajuste sobre sectores muy desprotegidos a los que niega una asistencia social y procedió a la no designación de cargos de docentes suplentes o docentes a los que tampoco ofrece un bono compensatorio mientras no se efectivicen las designaciones, entre otras. Como se ve, para los gobiernos y las intendencias capitalistas, la crisis económica de una provincia en quiebra la tenemos que pagar los que vivimos de nuestro salario y no los grandes capitalistas, especuladores y sojeros.
El camino a seguir para revertir el ataque del gobierno municipal es el que emprendieron los y las compañeras junto a su organización sindical al frente. La garantía de defensa de la salud y la vida de los municipales y los vecinos de Jesús María está en sus manos, contra el autoritarismo y las provocaciones del Intendente Picat. Apoyamos decididamente esta lucha y defendemos sus reclamos. ¡Por el triunfo de las y los trabajadores municipales y por la defensa de su organización sindical!