Murchison, contrabandista
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“La nuestra es la única empresa que está en condiciones de asegurar la transformación del puerto. Manipula las tres cuartas partes de todos los contenedores que entran y salen del país. Operamos las tres grúas pórtico que existen en el puerto y hemos adquirido una cuarta... Además, somos accionistas de una empresa de línea feeder, que posee dos pequeños buques porta contenedores, con los que vamos a iniciar un servicio entre Buenos Aires, Montevideo y Asunción”.
Quien dijo todo esto, publicado por El Cronista el 11 de marzo de 1994, fue Guillermo Murchison, el mismo hombre que fue detenido a fines de octubre por el contrabando en la llamada Aduana Paralela. De las investigaciones realizadas por los fiscales, “ha surgido que durante los años 1994, 95 y lo que va del 96 han ‘desaparecido’ 10.000 contenedores del puerto de Buenos Aires y 37.000 bultos del aeropuerto de Ezeiza” (Ámbito, 25/10), algo a lo que no podría ser ajeno quien se jactaba de “manipular” el 75 % de los contenedores que ingresaban al país.
Murchison es una firma que maneja el puerto desde hace un siglo. Mostró sus características de pulpo económico estratégico de la burguesía cuando se privatizó el puerto en 1994 y se alzó con las terminales 1 y 2, a pesar de las irregularidades denunciadas. Quien terció en favor de Murchison fue Cava- lio: “poniendo fin a un extenso período en el que abundaron impugnaciones, recursos y denuncias ante la Justicia, informaba hace dos años Clarín (7/6/94), el gobierno dio a conocer ayer la resolución número 709, del Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos por la que se deja sin efecto la precalificación de las terminales 1 y 2 del puerto de Buenos Aires, en favor del consorcio integrado por las empresas P & O, Port Investment, Fasce y Maruba, y se procede a pre- adjudicar las mismas a Terminal Murchison-Roman, cuya oferta económica quedó en segundo lugar en la licitación”.
Luego de tomarle declaración, el juez liberó a Guillermo Murchison pero le trabó a su firma un embargo de 20 millones de dólares, razón por la que la Administración Nacional de Aduanas “la inhabilitó para seguir operando como depósito fiscal en razón del embargo” (Página 12, 1/11). Pero el fiscal penal “apeló la falta de mérito” con la que el juez excarceló a Murchison, porque sostiene que existen pruebas muy contundentes que involucran a Murchison en la operatoria de contrabando.
Murchison integra el selecto grupo del Consejo Empresario Argentino, que dirige el banquero Ruete Aguirre, del Banco Roberts, junto a Roberto Alemann y Emilio Cárdenas, quienes son los que más impulsan la eliminación de las indemnizaciones por despido, la privatización de las obras sociales y la liquidación del PAMI. El Consejo Empresario quiere que Menem dé un ‘golpe' y cambie el gabinete introduciendo a algunos de estos personajes en los ministerios claves, como Salud, Trabajo y Relaciones Exteriores. Murchison también es vicepresidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa.
La vinculación del “más importante operador portuario”, como lo calificó La Nación, con el contrabando, revela que no se trata de una obra de perejiles, sino que tiene por protagonista a lo más granado de la burguesía y oligarquía argentinas. Muestra que el contrabando era ‘manipulado' por esta burguesía argentina en alianza con las grandes cadenas de distribución, como Wall Mart o Musimundo.
El enjuiciamiento de Murchison pone en cuestión el conjunto de la privatización de los puertos y, por lo tanto, la estructura del comercio exterior argentino. Asistimos, entonces, a una quiebra de la burguesía, como consecuencia de la crisis económica y el derrumbe del ‘plan Cavallo'.