Nadie espera a mayo
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Los capitalistas saben que el 14 de mayo ganará uno de sus representantes. Sin embargo, no están esperando a mayo.
Los grandes banqueros no esperan a mayo para exigir que se les entreguen los despojos de unos 140 bancos y obtener así un más completo monopolio financiero.
Los “capitanes de la industria” tampoco esperan a mayo para descargar la crisis sobre los trabajadores, bajo la forma de despidos, suspensiones, reducción de salarios y nuevas leyes que destruyen la legislación laboral.
El FMI, el gobierno y el Congreso tampoco esperaron a mayo para descargar un impuesto sobre los consumidores, que por sí solo agrava la crisis industrial y la desocupación. ¡Los especuladores no han esperado a mayo para llevarse del país unos 6.000 millones de dólares, con la ayuda del Banco Central!
O quizá fueron 10.000 millones, porque las estadisticas del gobierno disimulan la amplitud de esa fuga.
Los trabajadores no tienen nada que esperar de mayo.
Menem es el títere de Cheek; Bordón no le va la zaga, pues ya dijo que aplicaría el plan firmado con el FMI. Massaccesi acaba de nombrar como eventual jefe de gabinete a quien inauguró las privatizaciones en Argentina, Rodolfo Terragno. Bordón-Alvarez, además, han jurado ya su escrupuloso respeto al indulto y la obediencia debida.
Los trabajadores no tenemos nada que esperar, pero tampoco podemos esperar. Nos están tirando sobre la cabeza todo el derrumbe del “plan Cavallo”, con yapa.
Pero no somos nosotros los responsables de la crisis, ni mucho menos quienes nos beneficiamos con ella en los años anteriores. Que paguen los banqueros, los capitanes de la industria, la oligarquía agropecuaria, y los acreedores internacionales. Que paguen ellos.
Impuestazo, a ellos —que se graven en un 70% las ganancias capitalistas.
Despidos, a ellos —que se estatice la banca bajo control de los trabajadores y se confisque a los que sacaron plata del país.
Bajar los ingresos, de ellos —desconociendo la deuda externa usuraria y ya mil veces cancelada.
Que ellos paguen un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar—1.100 pesos. Educación y salud gratuitas. Jubilación del 82% móvil; cajas del estado bajo control de obreros y jubilados.
Que ellos absorban a los desocupados, reduciendo la jornada laboral a seis horas, sin afectar los salarios ni los beneficios sociales.
Flexibilidad laboral, a ellos — control obrero de la producción, restablecimiento integral de la legislación laboral y convocatoria de paritarias elegida libremente por los trabajadores.
Cárcel, a ellos. No al indulto. Organización contra la policía del gatillo fácil. Juicio y Castigo a los culpables.