Negociación entre ‘buitres’
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La reciente emisión de nueva deuda externa por más de 500 millones de dólares, para pagar fallos desfavorables a empresas privatizadas que litigiaban contra Argentina en el Ciadi (el tribunal del Banco Mundial) reveló que está en trámite un acuerdo integral con los fondos buitres que reclaman el pago del ciento por ciento de la deuda.
Quienes promueven ese acuerdo son los fondos que sí habían aceptado la reestructuración de la deuda, en 2005 y en 2010. Estos fondos han sido los beneficiarios principales del arreglo en el Ciadi, porque compraron -a precio de baratija- la deuda en disputa. O sea que han recibido, por la vía indirecta del pago en el Ciadi, lo que los buitres reclaman en los tribunales de Nueva York.
Ahora, estos fondos buitres "buenos" están proponiendo repetir el esquema del Ciadi: comprar la deuda de Argentina con los fondos buitres "malos" con un descuento. Esta transacción clausuraría el litigio en los tribunales de Estados Unidos y, con ello, la amenaza de ver confiscados los pagos que debe hacerles Argentina por la deuda reestructurada. Ambito Financiero lo describe así: "Pagarles indirectamente a los fondos buitre litigantes con dineros públicos, pero a través de terceros". Es que un éxito de esta operación produciría una suba espectacular en la cotización de la deuda en poder de los fondos ‘buenos’, o sea un beneficio financiero superior a lo que desembolsarían. Esperan también recibir, a cambio de este operativo, el pago del llamado ‘cupón PBI’ por 10.000 millones de dólares adicionales en los próximos dos años.
Un "modus operandi"
Esta propuesta de ‘arreglo’ no tiene nada de nuevo: Amado Boudou tiene causas judiciales por haber favorecido al fondo Gramercy, que compró deudas en default a bajo precio, para realizar grandes ganancias con el canje de 2010. En 2005, grandes fondos también ingresaron a los canjes comprando anteriormente deuda a bajo precio, por lo que el gobierno luego les entregó títulos en dólares y, como premio, el cupon PBI. Distinta fue la situación de los ahorros de los jubilados que también se concentraban en deudas en dólares impagas del gobierno, ya que se pesificaron, devaluando los fondos de las Admnistradoras de Fondos de Pensión que luego incorporó la Anses. En todos los casos -como ahora con el Banco Mundial- la operación que involucró a los fondos buitres contó con la complicidad de los organismos internacionales y el gobierno norteamericano.
Rehenes de Washington
Pero para que el arreglo entre buitres se concrete, el kirchnerismo sigue necesitando que el gobierno de Obama incida en la Corte Suprema de Estados Unidos. La concesión que el gobierno acaba de hacer con el acuerdo en el Ciadi es sólo una parte de las medidas reclamadas por Estados Unidos, las que incluyen el pago de 10.000 millones de dólares al Club de París. El kirchnerismo hace señales de amistad con los mercados, simplemente porque se van vaciando las cajas de la Anses y el Banco Central.
Lo que emerge de aquí es que el arreglo con los buitres desatará un ajuste en gran escala contra los trabajadores, así como un mayor estrangulamiento financiero.