Políticas

24/11/2016|1438

Néstor Pitrola: “Un plan de acción para el Frente de Izquierda”


Nuestras disculpas a los miles de compañeros que no pudieron ocupar las tribunas que la directiva del club inhabilitó hace unos días, pero el marco es, definitivamente, imponente.


 


En este estadio, hace 13 años, me tocaba cerrar un acto del Bloque Piquetero Nacional, a un año del Argentinazo, antecedente de este acto masivo que hoy agrupa al pujante clasismo, que se abre paso en esta etapa por una nueva dirección, particularmente desde el Argentinazo. A los militantes de la juventud que conquistaron la Federación Universitaria de Buenos Aires del Argentinazo; al Polo Obrero, presente hoy, que representa la tradición de independencia política y unidad de clase contra la cooptación del pasado y el presente de aquel movimiento piquetero.


 


La bancarrota capitalista


 


Y quiero también colocar como antecedente ese acto que colmó el Luna Park bajo el lema de la fusión de la izquierda y el movimiento obrero, claro antecedente político de una orientación y un objetivo que está presente hoy en Atlanta. Saludamos a todos los agrupamientos políticos y sindicales invitados, que hoy comparten este acto con los militantes del PTS, de IS y PO, y lo hacemos invocando la memoria de nuestro compañero Mariano Ferreyra, víctima de la patota sindical en la que se asentó el gobierno kirchnerista como hoy se asienta el gobierno de Macri. Lo hacemos invocando su lucha obrera y socialista, presente en este estadio.


 


Compañeras y compañeros: Trump es el resultado reaccionario de la bancarrota capitalista mundial y, desde esta tribuna, venimos a pugnar por la salida revolucionaria a esa bancarrota mundial. La victoria de Trump ha estado precedida de una crisis que nació en el corazón de Estados Unidos con la caída de Lehman Brothers en 2008; por dos situaciones de defol de la deuda norteamericana; por el rescate de la Reserva Federal a la banca, mientras desalojaban a millones, mientras quedaban millones de desocupados; viene precedida de las masacres contra la población negra por la policía de Obama; de las aventuras militares bajo el mando de Obama y de sus antecesores, que vienen con la intervención de la Otan, de los yanquis y sus aliados, desde la guerra en los Balcanes hasta la masacre siria. Desde ese lugar, denunciamos también las tropas latinoamericanas en Haití que actúan por orden y cuenta del imperialismo norteamericano en su patio trasero, de manera que Donald Trump es la nueva hoja de ruta de una política belicista del imperialismo, que hoy mismo desenvuelve ocho guerras en distintos lugares del planeta. La victoria de Trump expresa también un principio de desintegración de los partidos de la burguesía norteamericana. No debemos dejar pasar que en la previa se produjo la candidatura de Bernie Sanders, que levantando algunas reivindicaciones obreras y enfrentando por izquierda a Hillary Clinton dentro de la interna del Partido Demócrata, ganó 10 millones de votos y combatió a Hillary hasta el final. Pero, igual que la centroizquierda en la Argentina, le dio la espalda a una candidatura independiente, empujando a los trabajadores a la derecha. El gran potencial del Frente de Izquierda en la Argentina, su potencial político y revolucionario, es que brindamos un canal de independencia de clase para enfrentar la crisis capitalista. Ese es el gran diferencial que marca este estadio. El balance de la elección norteamericana tiene que ser muy claro: venimos a reforzar la tendencia mundial a la polarización política, que se ve en todos los países del mundo, con crisis de Estados, con crisis sociales y económicas, con rebeliones populares. La victoria de Trump es una cachetada a la izquierda que no quiere ver la tendencia a la catástrofe de la crisis capitalista mundial, porque esa crisis y esa tendencia engendra la contrarrevolución, pero también engendra la revolución. Y ése es el período histórico que venimos a atravesar.


 


Separar a los trabajadores de la burguesía


 


Ello ocurre en América Latina. Hemos visto en Brasil el golpe de Temer, que vino a conjurar la rebelión popular de 2013 contra el ajuste que aplicaba la propia Dilma; el mismo contenido ha tenido el ascenso de Macri en la Argentina. Es el agotamiento de las experiencias nacionalistas y de centroizquierda, que vinieron a rescatar a la banca acreedora, a los capitalistas y a los acreedores con los fondos públicos. Esa es la caracterización estratégica que hemos inscripto en el documento de convocatoria a este acto. Y tenemos que actuar en consecuencia.


 


Si en Estados Unidos la tarea de los revolucionarios es construir un partido de trabajadores contra el fascista y flexibilizador, en América Latina, nuestra tarea es separar a los trabajadores de la burguesía. En la Argentina, compañeros, eso tiene nombre y apellido: es enfrentar a Macri y a la coalición parlamentaria del ajuste de los gobernadores poniendo a los trabajadores y al Frente de Izquierda como alternativa política. Nuestra virtud es desnudar los frentes de colaboración de clases, llámese Frente Ciudadano, llámese Nuevas Mayorías o como se llame. Macri está carente de los recursos políticos para llevar hasta el final la ofensiva contra los trabajadores, por eso gobierna con la muleta de Massa, con la desintegración del peronismo, que le han votado 70 leyes reaccionarias; con las muletas del Frente para la Victoria, que aplica el ajuste en sus provincias, pero que además le ha hecho pasar por el Senado y por el Parlamento las leyes del capital, como el blanqueo de capitales, el pago a los fondos buitre y todas las leyes del ajuste. Los choques sociales serán inevitables, frente a ellos tenemos que escaparle como a la peste a los Mariotto, a los Sabbatella, a los Boudou, porque el “Volveremos” de ellos es un camino de derrota para los trabajadores y para todo el movimiento popular.


 


La burocracia y el clasismo


 


Y el triunfo de Trump inviabiliza todavía más la política de endeudamiento, vamos a ir a nuevas crisis… En este estadio nos hemos reunido los que impulsamos la irrupción del movimiento obrero en la escena nacional. Ayer hemos tenido el espectáculo vergonzoso de una farsa de la CGT y los movimientos sociales del Papa que han ido de nuevo a parlamentarizar el reclamo del movimiento obrero, como ya lo hicieron con los despidos en marzo y abril, fracasaron y van a volver a fracasar. El eje de esa Mesa de concertación es frenar al movimiento obrero; tenemos que discutir desde el Frente de Izquierda cómo quebramos esa política. Y decimos, compañeros, no se trata sólo de reclamar el paro activo nacional y el plan de lucha es mucho más. Es la estrategia, el programa para expulsar a la burocracia de los sindicatos, una lucha que tenemos que dar al mismo tiempo que la lucha contra el ajuste. No hay una primero y otra después: es una lucha simultánea y es política. La victoria del Sutna ha sido el resultado de un proceso conjunto de ascenso del clasismo y del Frente de Izquierda, que se vio claramente en todos los plenarios de San Fernando, que tuvimos oportunidad de concentrar en un debate en Racing, con 2.500 activistas, dirigentes y delegados sindicales, proponiendo un programa y un método al conjunto de las corrientes antiburocráticas, que hoy están presentes aquí. Y a toda la juventud que lucha en las fábricas y que necesita de esa orientación de nuestra parte.


 


Aquí, Alejandro Crespo marcó con claridad la movilización del 29 de abril, mientras ellos votaban hicimos una columna del clasismo independiente; luego aquella movilización histórica, que llenó la Diagonal del Obelisco a la Plaza de Mayo el 9 de agosto, encabezada por el clasismo; más recientemente, la columna independiente en la Marcha Federal, y este 4 de noviembre, en el Ministerio de Trabajo, denunciando la Mesa de concertación. Muy bien la propuesta de Crespo en esta tribuna, vamos el 20 de diciembre con el clasismo a la Plaza de Mayo.


 


En el año de un ascenso de la derecha hemos tenido no sólo la victoria del Sutna; la gran lista de la Alimentación de la provincia de Buenos Aires, que le gana en Cresta Roja, justamente, a la burocracia en el lugar donde Macri fue a anunciar el veto a la ley Antidespidos; los avances en Aten Neuquén, en Adosac de Santa Cruz; la extraordinaria huelga general docente-universitaria junto al movimiento estudiantil, dirigida por la AGD, por Adiunt Tucumán, por la Conadu Histórica; la impresionante batalla de los gloriosos Suteba combativos en la provincia de Buenos Aires; un Sitraic que cobra escala nacional en el gremio de las patotas de Gerardo Martínez -ayer el representante internacional de Cristina, hoy sindicalista de Sergio Massa-, es un gran proceso político en el movimiento obrero. No podemos dejar de verlo.


 


Hoy, aquí, en la previa, nos reuníamos con los compañeros de la Línea Este, que libraron la gran huelga en La Plata, con los compañeros de Ersa, de Córdoba -otra huelga de la UTA-, con los compañeros de Ecotrans. Se mencionaron aquí los presos de la UTA de Salta, sólo en la UTA hay una situación explosiva porque quieren descargar con flexibilidad laboral la crisis del tarifazo y del transporte. Es un gran proceso el del movimiento obrero y aquí venimos desde los docentes, que luchan por la reapertura de las paritarias, hasta los obreros de la Carne, que están ocupando frigoríficos en todo el país. Las duras huelgas petroleras, también presentes aquí, con los compañeros de Las Heras, de Caleta Olivia, del gremio petrolero, que está siendo traicionado ahora con un convenio flexible de la burocracia de Pereyra. Nuestra tarea es preparar al movimiento obrero para la victoria. La gran votación del Frente de Izquierda se potencia si tenemos la táctica del frente único. Este mismo año hemos tenido retrocesos en la Alimentación de Capital, en gráficos, porque no debemos abandonar el frente único de clase contra la burocracia. Nos cavamos la fosa si sectores del clasismo hacen alianza con sectores de la burocracia, más o menos kirchneristas. Somos la corriente de la expulsión de la burocracia sindical, tenemos que tener claro este derrotero, esta ruta, desde este Atlanta masivo.


 


Plan de acción


 


Compañeras, compañeros: hay una crisis de poder en América Latina, viene de atrás, del Argentinazo, de todo el proceso de rebeliones populares de la época, del Caracazo, de la rebelión campesina en Ecuador, en un punto en que se ha agotado la experiencia de los nacionalismos capitalistas, se ha agotado la experiencia de los gobiernos de centroizquierda, y tenemos que terciar fuerte para que el desenlace que ahora ha ganado la derecha, en los giros y los choques violentos de la situación política los termine ganando la clase obrera. Son frágiles las derechas que han surgido en América Latina, no hay una sociedad que se derechiza, sino la necesidad de que el Frente de Izquierda se ponga a la altura de las circunstancias para liderar a la clase obrera que lucha. Ese es el problema político.


 


Con la experiencia del Dietazo hicimos una escuela revolucionaria, poniéndolo en contraste con las reivindicaciones obreras, mostrando el carácter de clase de las instituciones de la burguesía, mostrando la referencia de clase de nuestros diputados. Pero si alguna enseñanza deja, es el potencial del Frente de Izquierda que es la única fuerza antagónica al arco político del poder.


 


Compañeras, compañeros: necesitamos un frente actuando, que hoy está haciendo su primer acto desde que asumió Macri, a once meses, con bloques únicos en el Congreso y la Legislatura que no tenemos hoy, con actos internacionalistas como corresponde los primero de Mayo a la tradición del Frente de Izquierda, que no tuvimos. No vinimos a disimular una situación, sino a marcar desde este mandato masivo del Frente de Izquierda, reunido en Atlanta, un rumbo para el futuro del Frente de Izquierda, de la juventud, de los trabajadores y de todos sus agrupamientos de lucha. Por eso creemos que el saldo de este gran acto, tiene que ser, además de una acción el 20 de diciembre, una ruta de fondo y ambiciosa, un plan de acción común de actos, golpear como un solo puño en los sindicatos, en el movimiento estudiantil, en el movimiento de la mujer, que reflejó, el 19 de octubre, que hay una tendencia a la rebelión popular, que encarnaron las mujeres, contra la irresponsabilidad del Estado y la explotación capitalista, que se agrava todos los días sobre las compañeras trabajadoras; golpear como un solo puño ahí. Como un solo puño en las barriadas afectadas por el hambre; en todos los ámbitos de lucha, en toda la situación política y, a su turno, en listas electorales comunes para enfrentar a los partidos de la burguesía. Con esa condición, por ese camino, compañeras y compañeros de Atlanta, en marzo o abril vamos a Huracán. Con esa condición, por este rumbo, vamos por más.


 


Muchas gracias, compañeros. ¡Viva el Frente de Izquierda! ¡Viva su lucha y viva su futuro!


 


 


 


Foto: Sebastian Baracco