El sábado 5 por la mañana se llevó adelante la audiencia pública por el sistema de transporte urbano de la ciudad de Neuquén en las instalaciones del Museo Nacional de Bellas Artes. La iniciativa fue convocada por el intendente Mariano Gaido y la misma tenía carácter no vinculante

La audiencia fue presentada como la oportunidad de “escuchar los voces de los usuarios” de cara a la nueva licitación del servicio el próximo año. Sin embargo, la iniciativa actuó como un gran taparrabos, ya que el gobierno tiene decidido la continuidad de la privatización del servicio. Y además, actuó como una respuesta para mitigar el enorme repudio popular por el tarifazo de un servicio calamitoso.

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La audiencia contó con muy poca participación. El carácter no vinculante y las restricciones en el tiempo (solo 5 minutos), colaboraron con la baja asistencia de vecinos/as. Pese a ello, los reclamos de las y los vecinos fueron muy importante. Participaron familias que denunciaron el pésimo servicio para personas con discapacidad, la falta de rampas y unidades especiales. Así también, vecinos de los barrios Viajo Cauce y Peumahue que reclaman el traslado de la base de Autobuses Neuquén por el grado de contaminación sonora y ambiental.

Fueron destacables las intervenciones de usuarios que retrataron las pocas frecuencias y el estado precarios de las unidades.

El informe oficial se basó en informar que el ejecutivo estudia incorporar una tercera empresa en el esquema actual donde operan dos empresas.

Fue parte de la audiencia nuestro compañero César Parra, quien expuso y denunció aspectos centrales. Primero, sobre el carácter de la iniciativa oficial al señalar que “la audiencia fue una puesta en escena para ocultar el carácter servil del gobierno municipal a los intereses de las empresas. El carácter no vinculante, su realización en el centro, alejada de los barrios y su carácter restrictivo son la expresión de ello”.

Luego, marcó el carácter parasitario de las empresas, las cuales viven de los subsidios. Allí, mencionó los diferentes rescates y compensaciones, el pago de aumentos salariales de los choferes por parte del municipio y la compra de unidades con recursos fiscales.

Por último, desarrolló el planteo de la municipalización al caracterizarlo como una herramienta para capitalizar los subsidios estatales en la creación de una empresa estatales de colectivos y una plataforma para que el servicio este bajo control de usuarios y trabajadores del transporte.

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