Políticas

19/10/2020

Neuquén: del estrés financiero al default, la agenda de la bancarrota

En la reunión con los sindicatos, el gobierno se refirió a la crisis de deuda para justificar el congelamiento salarial.

Hace apenas ocho meses atrás el ministro de Economía de Neuquén, Guillermo Pons, afirmaba que la provincia atravesaba un simple “estrés financiero”. Hoy, para justificar el congelamiento salarial y el desconocimiento de los acuerdos firmados de actualización por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), pone sobre la mesa la posibilidad del default.

La provincia, luego de reprogramar su deuda en pesos, abrió similar programa para la deuda en dólares, que ronda los 900 millones en esa moneda. Desde que hizo la primera oferta a los bonistas en agosto hasta el presente ha prorrogado los plazos tres veces, siendo el nuevo plazo para conseguir una adhesión del 75% de los acreedores el próximo 30 de octubre.

En este contexto, el miércoles 14 de octubre el ministro Pons convocó a los sindicatos estatales (ATE, Aten -educación-, viales y otros) para señalarles que los pagos de esa deuda “se llevan los recursos” del Tesoro provincial.

A buen entendedor, lo que el ministro dijo es que deben esperar para cualquier modificación salarial, y que el gobierno no vería con desagrado una presión a su favor para mejorar la posición ante los bonistas, ya que reconoció que se le “están acabando los conejos de la galera” (LMN, 15/10). O que Carlos Quintriqueo y Marcelo Guagliardo (secretarios generales de ATE-CTA y de Aten) hagan alguna gestión con su “presidente amigo” Alberto Fernández para alguna “ayuda financiera”. También reconoció el ministro que la provincia recurrió a financiarse con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses por mil millones de pesos. Por lo tanto, no solo le roba la actualización a los jubilados del Instituto de Seguridad Social de Neuquén (ISSN), sino que se usurpan fondos a los de la Anses.

A los dirigentes sindicales ni se les ocurrió, luego de esta confesión de bancarrota y latrocinio, juntarse para lanzar en común un plan de lucha. Como dijo el secretario general de Aten, Marcelo Guagliardo, cada sindicato seguirá su agenda previa -que, en el caso del que él dirige, es un nuevo plenario de directivas, sin asambleas, sin una perspectiva ni de plan de lucha ni de unificación con el resto de las y los estatales.

Bonistas privilegiados

En su disertación a los dirigentes sindicales, el ministro Guillermo Pons tuvo que hacer público un dato que no se publicita cuando el gobierno anuncia la colocación de bonos en dólares y lo presenta como “un signo de confianza en la fortaleza de la economía de Vaca Muerta”. Ese dato es que entre las condiciones de esos bonos se incluye la garantía de cobro de los acreedores, pase lo que pase con la situación general del Tesoro provincial.

Esto es así porque se constituye un fideicomiso (artículo 7º de la ley de bonos Ticade) con los ingresos que mensualmente les corresponde a la provincia por regalías, coparticipación federal de impuestos y otros rubros, hasta el monto suficiente para garantizar el pago a los bonistas. Tienen un cobro asegurado y privilegiado. Es esta cláusula, que aprueban el gobierno y la oposición -que les vota cada ley de emisión de bonos- , la que deja al Tesoro sin ingresos suficientes para afrontar salarios, obras y demás.

El gobierno pretende ahora que los bonistas resignen esa cláusula para poder oxigenar los ingresos. Pero los bonistas no son “amigables”, como los definió el gobernador hace poco, sino que venderán cara esa resignación o directamente no la aceptarán, y más temprano que tarde el default será la opción del oficialismo.

Es que hay que recordar que los bonos Ticade (uno de los que son objeto de renegociación) fueron autorizados por la ley Nº 2.952 y emitidos bajo legislación extranjera, en una sesión que se desarrolló a oscuras, sin sonido y sin versión taquigráfica de la misma, por una masiva huelga de empleados legislativos reclamando contra el impuesto al salario.

También vale rememorar que esos bonos que hoy se pretenden renegociar se emitieron para pagar otros bonos anteriores, en la larga bicicleta financiera que dejó a la provincia al borde del knock out.

Ante la pasividad de las direcciones sindicales, desde el conjunto de la oposición en Aten estamos convocando a una nueva jornada provincial unificada el próximo 22 de octubre, donde decidiremos nuevas medidas de acción, hoy más necesarias que nunca, cuando el default al estilo chubutense golpea las puertas de Neuquén.