Políticas

23/9/2025

Neuquén: el neoemepenismo, el “otro” MPN

Es la hora de la farsa.

Reunión.

Dicen que la historia se repite dos veces , una como tragedia y otra como farsa. Si tuviéramos que interpretar literalmente esta frase, podríamos decir que para el MPN es la hora de la farsa. Y no estaríamos errados,

Está claro que la historia y sus derivados, entre ellos la existencia de partidos políticos, no puede analizarse esquemáticamente. Pero el dicho popular sirve para echar luz sobre la derrota electoral del MPN en el 2023, y su borrada como tal por primera vez en los más de 60 años de existencia como partido, de las elecciones del próximo 26 de octubre.

No estará el MPN, pero ¿y el emepenismo tampoco?. El presente artículo trata sobre un intento de respuesta a esta pregunta. Y a modo de adelanto de la respuesta, consideramos que el actual gobernador principalmente y su fuerza política, pero también otras dos fuerzas surgidas desde el 2023 a la fecha, son protagonistas de la etapa de la farsa del emepenismo.

La foto sin tiempo

Días pasados, como parte de las oportunistas inauguraciones de obras públicas en tiempos de campaña electoral, se cortó la cinta de un nuevo tramo del paseo costero de la ciudad de Neuquén. La foto que retrata el acto, a partir de los protagonistas de la misma, le otorga la magia de ser una postal sin tiempo. Podría haber sido tomada hace más de una década atrás o en el presente. Si se separa esa foto de cualquier referencia a la noticia (y se ignoran algunas canas y kilos de más) no se la podría ubicar en un momento preciso de la historia neuquina.

La presencia del ex gobernador Jorge Sobisch, del intendente de Neuquén Mariano Gaido, del actual gobernador Rolando Figueroa, de otros funcionarios y funcionarias, por ejemplo María Pasqualini, todos ellos figuras destacadas del MPN durante largo tiempo, inducen a la atemporalidad de la foto.

Y muestra que “La Neuquinidad”, la fuerza política variopinta del gobernador, es un reciclado de emepenistas, como también es un reciclado el planteo central de dicha fuerza acerca que es una expresión de la “identidad neuquina” en choque con los intereses “porteños”.

Es con esa idea fuerza que los hermanos Sapag, hace décadas atrás, fundaron el MPN ante la proscripción del peronismo. Y aunque no lo hicieron desde un ángulo contra el “centralismo porteño” sino como un partido peronista pero “a la neuquina”. Como dice el acta fundacional del MPN si el peronismo superara la proscripción, el MPN “caducará… como entidad política, cesará en todos sus efectos políticos, legales, quedando en consecuencia disuelto para plegarse unánime al partido madre… que obedece y reconoce como único jefe al general Juan Domingo Perón”. Pero lo que decía el acta fundacional, nunca ocurrió porque el clan Sapag había encontrado la manera de sobrevivir como fuerza provincialista.

La flor y nata de “La Neuquinidad” recorre ahora el mismo camino que llevó al MPN a su decadencia, hasta su derrota electoral en el 2023. Ha nacido por lo tanto el neoemepenismo.

Los hermanos menores del neoemepenismo

El MPN como aparato de gobierno y electoral es lo suficientemente grande para que el principio de disolución haya parido un hermano mayor (que hoy gobierna) pero tiene dos hermanos menores. Por un lado la fuerza política montada contrarreloj por el secretario general de ATE y la CTA, Carlos Quintriqueo, que con otro nombre registrado conserva las siglas MPN (Más por Neuquén). Por otro lado la otra fuerza, también creada contrarreloj por otro sindicalista, en este caso el secretario general del sindicato petrolero, Marcelo Rucci, como Fuerza Neuquina y Federal.

El primero ha presentado listas para el próximo 26 de octubre, el segundo dice que se reserva para el 2027.

Entre las candidaturas presentadas por el partido Más por Neuquén, figuran ex funcionarias del MPN como la ex escribana general de la provincia, Ana Sandoval y la ex subsecretaria de Familia, Amancay Audisio. Sandoval es candidata a segunda senadora titular y Audisio encabeza la lista de diputadas/os. No son candidaturas testimoniales.

Ambas provienen de las filas del ex gobernador Omar Gutiérrez, es decir, cuentan con el aval de Jorge Sapag, el que mueve los hilos del MPN tras bambalinas.

Por su parte el partido del petrolero Marcelo Rucci, está absolutamente ligado a la vida del MPN a través del ex secretario general del sindicato y hoy fallecido, Guillermo Pereyra (senador nacional del MPN, diputado provincial, ocupó la subsecretaría de Trabajo, etc.).

Su hija, Daniela Rucci, es vicepresidenta segunda de la Legislatura. Fuera de la ligazón familiar (lo cual no es relevante para el caso), Daniela fue presidenta por el MPN del Concejo Deliberante de Rincón de los Sauces. Localidad donde Marcelo, su padre, fue intendente por el MPN. Y llegó a la banca en el 2023 como candidata del MPN.

Hay por lo tanto también una marcada impronta emepenista en las filas del partido del dirigente petrolero.

Los hermanos sean unidos… en la adaptación al mileísmo

El emepenismo comparte con la versión original la adaptación política a los gobiernos nacionales. Felipe Sapag con la dictadura de Onganía, Sobisch con Menem, Jorge Sapag con el kirchnerismo, etc.

Así, aunque la motosierra de Milei ha perjudicado abiertamente la transferencia de fondos a la provincia que gobierna, este neoemepenismo, lejos de impulsar una política de fuerte controversia, ha colaborado en lo esencial al punto de ufanarse de haber redactado nada menos que el capítulo hidrocarburífero de la llamada ley Bases. Y recientemente el gobernador ha dicho que tomará las truchas pautas macro anunciadas por Milei para el presupuesto 2026.

Además de sostener la alianza de gobierno con fuerzas como el PRO, la UCR y los propios libertarios.
Por el lado del candidato Carlos Quintriqueo, la adaptación se expresa en la ausencia de movilización del sindicato y central que dirige, para enfrentar en la calle la motosierra de Milei. No ha sacado los pies del plato de la contención más general de la CGT y de las propias CTAs a escala nacional.

Ni que hablar del dirigente petrolero, que desde hace años ha firmado la adenda del Convenio Colectivo de Trabajo que rebajó las condiciones de seguridad laboral, y que provocó una seguidilla de graves “accidentes”, algunos mortales. Un adelanto en la línea de la reforma laboral que intenta aplicar el presidente.

A los tres “hermanos”, que les gusta mencionar que se debe poner el objetivo en el enemigo principal (para justificar todo tipo de maniobras con la oposición trucha), no se los ha visto pelearle la calle al ataque antiobrero de los gobiernos. Porque también los une el hecho que el trío jugó a favor de la candidatura de Sergio Massa en el 2023. O sea la perorata de la “neuquinidad” y la defensa de federalismo (chauvinismo local), es parte de la farsa.

Estos hermanos y sus primos del MPN y el PJ, son una línea de nuevas frustraciones para las aspiraciones de las masas neuquinas.

La independencia política tanto de unos como de otros la expresa el FITU y sus candidaturas. Porque centralismo versus provincialismo es una falsa dicotomía. El FITU plantea lo central: hay que romper con el FMI y desconocer la deuda fraudulenta, nacionalizar bajo gestión obrera los recursos y la industria energética. Nacionalizar los bancos y el comercio exterior, puente de fuga de divisas y del esfuerzo de millones de argentinos, entre ellos los de la “neuquinidad”.

De esto no hablan los hermanos y primos. Y si lo hacen, es para apoyar la política del FMI, la política de endeudamiento y a las petroleras y bancos.

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