Políticas

5/7/2024

Neuquén: el otro lado de la reactivación hidrocarburífera

La caída del consumo y la actividad de las otras ramas productivas.

Cae el consumo.

Desde hace unos pocos meses la producción hidrocarburífera de la provincia del Neuquén crece sin cesar y está superando los máximos volúmenes extraídos hace más de 20 años atrás. Por supuesto es la carta de presentación del gobierno para afirmar que la población en general marcha a un incremento de su bienestar.

Sin embargo, los datos demuestran lo contrario. Por ejemplo el diario Río Negro del 30 de junio pasado titula “cae el consumo en los supermercados: compran menos carne, ropa y electrónica”. Desde ya el comercio minorista y de barrios hace rato que cae, y muchos han cerrado. Acipan, la cámara patronal que nuclea a un sector del comercio local, ha medido que en los primeros meses de este año aumentaron los locales vacíos y el cierre de los que estaban en actividad (LMN, 27/4/2024).

El estudio de Acipan además indica que los que no han cerrado venden menos que antes en términos reales. El presidente de la entidad emitió una frase lapidaria: “probablemente haya unos cuantos comercios que estén trabajando a pérdidas, entonces depende de la espalda financiera que tenga cada uno. Calculo que si esto no se revierte en tres meses, se va a empezar a ver más cierre de locales”.
Según la Dirección de Estadística y Censos de la Provincia, en el primer trimestre del 2024 ha crecido la subocupación y desocupación (del 3.6% a 6,4%) y ha caído la actividad económica (de 48,4% a 47,6%).

Esto en medio de la reactivación de la principal actividad económica provincial, por lejos, como es la de hidrocarburos. Un dato del Ministerio de Economía de la Nación muestra que el nivel de concentración económica solo desarrolló una galaxia de firmas liliputenses: de las 24.912 empresas que existen en Neuquén, un 96 por ciento son microempresas. Es decir se trata de empresas familiares que no sobrepasan un puñado de empleados, en gran parte en la precariedad laboral y con salarios muy por debajo de la línea de pobreza. Cuadro que se repite en el ámbito estatal, donde un alto porcentaje está en esa situación.

Los trabajadores petroleros también lo sufren, en plena reactivación. Su salario es la cuarta parte de un petrolero de Texas, cuando en Vaca Muerta se encuentran varios pozos entre un 25 y un 30% más productivos que sus pares del Permian, dice LMN (25/5). El nivel de explotación es gigantesco.

Otras ramas

La construcción también está reactivada, no solo en los yacimientos, sino en la zona urbana, especialmente la capital.
Pero los obreros de la construcción siguen sumidos en salarios de pobreza y condiciones miserables de trabajo, llegando al caso de tráfico de personas con fines de explotación laboral (muchos de países limítrofes). Un oficial no llega a los $3.000 por hora. Con una jornada laboral normal de 48 horas semanales, su salario mensual no llega los $600.000.

Por la Resolución 23/24 de la Dirección Provincial de Rentas se estableció el beneficio patronal de la alícuota cero del impuesto a los Ingresos Brutos para empresas contratistas de obra pública. A pesar de este beneficio, en los primeros cuatro meses del año se perdieron más de 2.200 empleos de la construcción. Esa alícuota cero también rige para la industria de manufactura caracterizadas como Micro o Pequeña Empresa (que son el 96% de las empresas existentes).

La misma suerte corren los empleados de comercio. Con salarios de alrededor de $800.000, deben trabajar muchas horas extras los fines de semana para superar apenas el millón de pesos, es decir, igualar el nivel de pobreza en la provincia. Esta pérdida de puestos laborales y poder adquisitivo terminó repercutiendo en una caída del consumo, que hoy los medios reflejan con claridad. Vaca Muerta no sólo no derrama, sino que abarata sus costos de proveedores y empresas de servicios satélites, las que trasladan hacia el salario de sus trabajadores el ajuste de precios. Este desenganche entre actividades económicas reactivadas y caída del consumo muestra los límites del llamado “desarrollo” capitalista.

El sistema capitalista en decadencia y en tendencia al colapso muestra su verdadera cara, aún allí donde puede existir una primavera económica circunstancial en algún área de la producción. En términos generales, siempre produce mayor miseria en la clase trabajadora y sectores populares, incluso en aquellos asalariados mejor pagos. Sino no se explica por qué cae el consumo de bienes como carne y electrónicos, que los sectores con menores ingresos hace rato que dejaron de consumir o restringido su consumo al mínimo.

La lucha contra las motosierras y licuadoras de Milei y los gobiernos provinciales, hasta derrotarlos con la huelga general, es la vía para que el consumo vuelva a crecer sobre la base de una reorganización social a partir de los intereses de la clase obrera.

Caputo y Milei hacen agua
Reforcemos la lucha contra los despidos y por la libertad de los presos. –
prensaobrera.com