Políticas

12/8/2025

Neuquén: el secretario general de ATE lanzó su candidatura a senador con partido propio

Un plato recalentado de la experiencia fracasa de UNE-CTA y un camino hacia una nueva integración al Estado.

Carlos Quintriqueo.

El secretario general de ATE y CTA Neuquén, Carlos Quintriqueo, lanzó su candidatura a primer senador con el sello de su nuevo partido "Más por Neuquén”. El lugar elegido, las candidaturas de quienes lo acompañan y el concepto discursivo de Quintriqueo permiten alcanzar importantes conclusiones.

En primer lugar, la presentación fue la de una fuerza de “Estado” desechando cualquier señal o símbolo de lucha gremial o de los trabajadores. Es que el lugar del acto fue el sector más top de Neuquén, detrás de las grandes torres y del restaurante en el paseo de la costa. El fondo de su presentación fueron las torres vip de Neuquén donde un alquiler cuesta por encima del $1.500.000, algo a lo que ningún estatal puede acceder. Y sus candidatos/as son ex funcionarios del MPN, a tal punto que lleva como compañera de fórmula a la ex escribana del gobierno de Omar Gutiérrez.

En segundo término, Quintriqueo presentó a la nueva fuerza provincial para retomar las banderas del MPN original de Felipe Sapag y Pedro Salvatori. Este discurso repite la iniciativa fracasada del partido UNE (Unión de los Neuquinos) el cual surgió del riñón de la CTA. En su momento, este partido conquistó legisladores propios pero terminó como colectora del MPN. El final de esta experiencia fue su integración al MPN y a la administración de Mariano Gaido. A tal punto es así que uno de sus principales exponentes, el contador Fernando Spoliansky, es el encargado de las finanzas del municipio de la capital neuquina.

Al mismo tiempo, la referencia al “MPN de origen” es ilustrativo que van a una nueva integración del Estado, puesto que el partido provincial que gobernó 60 años Neuquén impulsó un régimen de saqueo, entrega y se rindió al llamado “centralismo porteño”.eVeamos algunos datos históricos que rápidamente desmienten a Quintriqueo. Ocurre que Felipe Sapag, en el año 86, fingió que se oponía al gasoducto que uniría Loma La Lata con Bahía Blanca, emitiendo un decreto que prohibía el tendido del mismo en territorio provincial. Aunque montó una campaña basada en el chauvinismo contra el “centralismo porteño” y por la “industrialización en origen”, lo cierto es que tal prohibición era solo hasta que Gas del Estado (en aquel entonces) pidiera el permiso correspondiente. El MPN de “los orígenes” se olvidó por completo de toda demagogia y apoyó fervientemente la construcción del gasoducto.

Había ocurrido lo mismo con el anuncio demagógico del presidente Alfonsín cuando visitó Neuquén y, junto a Felipe Sapag, lanzó aquella famosa frase “Ahora Fertineu”, sugiriendo que una planta de fertilizantes se construiría en la provincia. Más de cuatro décadas después hay nada. Por su parte, Felipe Sapag apoyó los planes petroleros Houston I y II del gobierno radical, sin pasar por alto el papel que jugó el MPN de “los orígenes” contra la huelga del “choconazo” en los años '60, y que su líder y fundador terminó siendo designado interventor provincial por el dictador Onganía.

Desde entonces, los sucesivos gobiernos, incluido el de Pedro Salvatori (1987-1991) también reivindicado por Quintriqueo, se ajustaron a las grandes líneas de los planes nacionales económicos y especialmente a la política hidrocarburífera. Nunca hay que olvidar que la renovación del MPN contra los “dinosaurios” (Felipe Sapag, Pedro Salvatori, etc.) vino de la mano del fusilador Jorge Sobisch, el que se sumó con todo a la línea de privatizaciones del menemismo.

O sea, en sus “orígenes” como en la actualidad, el MPN jamás defendió a los laburantes y sectores populares contra el “centralismo porteño”, ni lo hace una astilla directa del MPN el actual gobernador. Por otra parte, eso de rescatar al MPN de “los orígenes”, como plantea Quintriqueo, es un guiso recalentado que ya tiene su recorrido. Así nació, precisamente impulsado por la dirigencia de ATE Neuquén y la CTA, el UNE de Mariano Mansilla, que terminó a los pies del MPN siendo su más fiel aliado.

Como se verá, asistimos a una iniciativa fracasada de una burocracia sindical que ha pactado la tregua con el gobierno actual dejando salarios de pobreza al conjunto de las/os estatales y aislando cada reclamo puntual. Es falso, como dice Quintriqueo, que él defiende el salario de las y los trabajadores. Ocurre que el actual esquema de IPC, que es insuficiente ante la inflación mensual, fue conquistado por la huelga de los elefantes contra la traición del 12% firmado por la conducción de Quintriqueo.

Ante una nueva experiencia de volver al MPN, las y los trabajadores de Neuquén, y en especial los/as estatales, debemos rechazar esta integración al Estado y luchar por nuestros reclamos apoyando a la única fuerza que se planta junto a las/os trabajadores, es decir, El Frente de Izquierda-Unidad.

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