Políticas

16/5/2022

Neuquén: el UNE, brazo politico de la CTA, a los pies del MPN

La estación terminal de los partidos amplios.

Unión de los Neuquinos (UNE).

El partido Unión de los Neuquinos (UNE) acaba de anunciar que será parte de una alianza con el MPN para las elecciones provinciales de gobernador del próximo año. Se trata de la extensión de una política ya ensayada en la capital neuquina, y la señal de fracaso más rotunda de la experiencia política del centroizquierda en la provincia.

Hace décadas atrás, la CTA Neuquén dirigida por Julio Fuentes y con Mariano Mansilla como el abogado de la central, fundaron el UNE, como brazo político de la CTA Neuquén.

En realidad, la central venía desde la década de los 90 expresando la necesidad de “construir el brazo político de la organización”, basado en que “el conflicto social no tiene representación política”. Los que serían los máximos dirigentes del UNE, sin embargo, terminaron llamando a votar en 1999 por la Alianza de De La Rúa-“Chacho” Álvarez, mostrando tempranamente que la “representación del conflicto social” era y es solo una muletilla.

La inspiración degennarista del concepto de fundar una especie de PT, con un atraso de muchos años, termina naciendo cuando el PT de Brasil, ya como gobierno, demostraba que no era un gobierno que expresara “el conflicto social” sino todo lo contrario, lo reprimía.

Pero sobre la base de la infraestructura y militancia de la CTA, ATE, Aten y otras organizaciones, en el año 2005 el UNE adquirió la personería política y debutó electoralmente en las elecciones constituyentes provinciales ese mismo año, obteniendo el 6% de los votos y cuatro constituyentes. En el 2011 tuvo su mejor performance electoral, en alianza con otro partido local del centroizquierdismo, en aquel entonces, el Frente y Participación Neuquina de Ramón Rioseco, colocándose en las elecciones provinciales de ese año como la tercera fuerza electoral con el 8,18% de los votos. Cuatro años más tarde, el UNE ya estaba integrado como parte de la alianza kirchnerista en el Frente para la Victoria, junto a otros partidos como el riosequismo, el Frente Grande y Nuevo Encuentro.

La pretensión de expresar “el conflicto social” del UNE pudo despertar alguna expectativa inicial, pero tuvo un recorrido efímero. Una década después de su fundación ya no podía ocultar que era apenas una colectora del Frente para la Victoria, primero, y luego del propio MPN, al que supuestamente venía a superar.

En 2019, en la elección para la intendencia de la Capital, el UNE fué una colectora y estableció una alianza política electoral y de gabinete con el intendente Mariano Gaido del MPN.

El partido “no sectario”, “amplio”, “el del conflicto social”, terminó como ocurre no solo en nuestra provincia, sino en el país y el mundo, como parte de los partidos del régimen patronal.

Una vuelta de tuerca

Mariano Mansilla su máximo dirigente acaba de declarar que “el UNE sigue siendo parte del armado político del Frente de Todos y del bloque en la legislatura, aunque estamos bastante incómodos en el Frente de Todos, en los próximos meses el UNE tiene que definir su postura en un congreso partidario (…) la alianza con Gaido en la capital nos hizo reflexionar mucho” (Diario Río Negro, 07/05).

Ni lerdo ni perezoso el máximo exponente de la Lista Azul del MPN, el exgobernador Jorge Sapag, enfrascado en una interna que se presenta como feroz dentro de ese partido, reafirma la idea de Mariano Mansilla. Dijo Jorge Sapag que “la gente del UNE y Mariano Mansilla comparten el espacio del gobierno municipal, creemos que pueden compartir perfectamente el gobierno provincial” (Idem).

Más allá de las especulaciones y de las maniobras para subir la cotización de unos y otros de cara al 2023, lo cierto es que la idea que un partido surgido desde los sindicatos, concebido como un partido “amplio”, ni siquiera puede convertirse en la “expresión del conflicto social”. Menos puede ser un canal hacia la independencia política de la clase obrera.

La “amplitud” que parte de diluir el programa, los métodos, la fisonomía política y la acción de clase, es solo una excusa para enrolar a una organización en el terreno de la cooptación política por el régimen burgués.

Aunque sea un caso “a la neuquina”, el derrotero del UNE es muy ilustrativo. El FIT-U debe ser la contracara, en todo sentido, de ese derrotero.