Políticas

14/4/1994|416

Neuquén: La izquierda crece en votos a pesar del aluvión Frentegrandista

Tal como ocurriera el pasado 20 de marzo en el plebiscito por la reforma de la Constitución provincial, el pueblo votó nuevamente contra el gobierno. El pasado 20/3 fueron casi 70.000 votos por el No los que golpearon al gobierno y a todo el régimen político provincial.


Esta vez, esa tendencia antigubernamental transformó en receptor deformado de gran parte de esos 70.000 votos al FG. Pero además del FG, el FIS logró constituirse en una expresión auténtica del repudio al gobierno, y éste es un dato significativo, aunque ha sido ocultado tendenciosamente por los medios periodísticos y los “analistas políticos”. Pasamos de 4.300 votos, el 3 de octubre de 1993, a 6.100, es decir, progresamos un 42%. Este crecimiento contrasta con la situación general de retroceso de todos los partidos ante el avance del FG: el MPN  perdió 13.000 votos en relación al pasado 3 de octubre, la UCR se desbarrancó 30.000 votos, el PJ 8.000, el MID 1.000 votos.


En Neuquén capital y localidades aledañas (que es donde obtuvo el FG su ventaja decisiva sobre el MPN y el PJ), donde se asienta la vida política y sindical de la provincia, allí es precisamente donde el FIS obtuvo sus mejores resultados: 3,76% en Neuquén capital; 4,19% en Centenario; 4,52% en Plottier, 3,51% en Senillosa.


Hacia el interior de la provincia los porcentajes son menores, pero seguramente esto tiene que ver no sólo con el mayor peso y apriete de los aparatos oficiales sobre el electorado más desorganizado, sino con el masivo robo de boletas del FIS de los cuartos oscuros, un hecho que hemos comprobado en todos lados, y que allí donde tuvimos fiscales pudimos subsanar.


Este robo de boletas fue generalizado en todas las mesas y durante todo el día, es decir, que se trata de una campaña orquestada por alguna fuerza política. Una acción directa de proscripción contra la izquierda, que por su magnitud sólo pudo ser llevada a cabo por los aparatos del oficialismo.


La votación al FIS registró importantes resultados especialmente en las barriadas obreras de la capital (San Lorenzo, Progreso, etc.), donde hubo mesas en las que se llegó al 8 y 10%, aventajando incluso en algunas de ellas a la UCR.


Este crecimiento electoral, a pesar del aluvión Frentegrandista, tiene mucho que ver con una sólida tendencia hacia la independencia política en vastos sectores de la población, en sus sectores más golpeados por el desempleo, los bajos salarios, etc. (tal como en su momento lo expresó en sectores activistas el Frente de Trabajadores). Pero, además, en esta ocasión, tiene también mucho que ver la especial campaña de esclarecimiento y denuncia del Frente Grande que impulsó el PO.  No hubo volante, tribuna, mesa o bocineada donde dejáramos de denunciar el carácter sostén del régimen que tiene el FG.  A tal punto que nos valió más de un enojo entre sectores intelectuales y periodistas, que en su gran mayoría se enrolaron en el apoyo al obispo De Nevares.


Un verdadero baluarte en la conquista del voto al FIS fue el trabajo puerta a puerta que desarrolló el PO en algunos barrios, así como la cobertura de fiscales que pusimos el día de la elección (en contraste con el Mst, que daba por perdida su personería, lo cual le causaba un profundo desaliento para su intervención. El Mas directamente puede decirse que prácticamente no hizo campaña).


Más imperdibles declaraciones del obispo De Nevares


En plena euforia del triunfo, el obispo  reiteró en una conferencia de prensa conceptos sobre la nociva actividad de los partidos políticos y encumbró a la Constituyente reaccionaria: “Esto (por la constituyente) —dijo— es política grande, institucional, la de los partidos es una política con ‘p’ minúscula, es divisionista”. Agregó: “(A la constituyente) no llevaré ni la voz de la centroizquierda, ni de la iglesia, sino mi voz y la del Frente Grande”, poniéndose a tono con los reclamos que hace la burguesía acerca de cualquier posible contaminación de “izquierdismo” en el FG. Ahora por boca del obispo sabemos que ni siquiera están contaminados de “centroizquierdismo”.


Estas precisiones son importantes, porque demuestran el oportunismo del FG, ya que en el caso de Neuquén, la JDP, el PI, el PC (o sus restos), los despojos de la DC y otros, han puesto su militancia de base a sostener una candidaturas que los caratula despectivamente.


Crisis en el MPN: Crisis en el gobierno


Si los resultados del 20 de marzo pasado profundizaron la crisis interna en el MPN, la derrota del 10 de abril ha llevado a una situación de división abierta. De hecho ya han lanzado la interna para 1995. Por un lado Felipe Sapag y por el otro el gobernador Sobisch. Pero en Neuquén, donde el aparato estatal está monopolizado hace 30 años por el MPN en su conjunto, una crisis en este partido es una crisis en el gobierno.


Sobisch se debilita así en relación a las tareas que aún tienen pendientes: las privatizaciones de los servicios provinciales de agua y electricidad, las municipalizaciones, la liquidación del Banco Provincia y del estatuto docente, etc.


Dos derrotas políticas en apenas 20 días han abierto una nueva situación en un gobierno que se había fortalecido respecto a los trabajadores luego de la derrota de la lucha del sector salud. Los diarios de hoy, 12/4, hablan de renuncia del gabinete. Se crea así una situación que va a facilitar la lucha de los trabajadores y la población, en defensa de sus conquistas, esto en la medida que se logre superar la parálisis que las direcciones del CTA han impuesto en los gremios estatales que dirigen.


En el marco general de rebelión popular abierto por el Santiagueñazo, esta crisis del gobierno puede abrir en Neuquén el “espíritu” de Santiago, Salta y Jujuy. 1994 no va a terminar con la quietud que vivió hasta marzo de este año.