Políticas

29/10/2009|1106

Neuquén: La salud en terapia intensiva

El sistema de salud neuquino está colapsado. Vaciado de equipamientos e insumos, de medicamentos para pacientes con patologías crónicas (mucho menos anticonceptivos). Frente a esta situación, fue suspendida la entrega de medicamentos a pacientes con obra social sin considerar a los pensionados por Ley 809 (pacientes sociales), que no pueden pagar el coseguro. No se nombra personal y existen áreas pendientes para su apertura en varios puntos de la provincia.

Frente a este cuadro agravado por la insostenible depreciación salarial, puja un movimiento de lucha que aún está contenido por la dirección de ATE.

Se han realizado marchas junto con Favea (la organización de familiares y pacientes), asambleas y plenarios aún aislados del resto de los estatales (que en varios sectores se encuentran en la misma condición).

La crisis sigue su curso. El hospital de San Martin de los Andes debió cerrar sus puertas por la suspensión del servicio tercerizado de cocina y mucamas (cooperativas negreras) ante la falta de pago de lo salarios.

Mientras este hospital evacuaba pacientes, los trabajadores de la salud y la comunidad de Plottier exigen la inauguración del hospital luego de dos años de construido.

La dirección de ATE pretende encauzar cualquier manifestación en defensa de la salud pública a secas. Y se encarga de aclararlo el secretario general, Ernesto Contreras: “Nosotros nos movilizamos para que el sistema de salud neuquino sea el orgullo de otras épocas. No marchamos hoy por salario, sino en defensa de la vida”, dijo en un acto.

Contreras reivindica al MPN “de otra época”, como lo hace el UNE-CTA en su afán por conquistar la base de punteros de Sapag en la disputa por las elecciones de 2011.

Mientras tanto, los aumentos salariales de las categorías más bajas ya se los comió la inflación. Ni recargados (dos turnos) o con horas extras se alcanzan a cubrir las necesidades elementales.

Los trabajadores de la salud enfrentan los aprietes, persecuciones a activistas y delegados y descuento de días por paro. Está claro que la dirección de ATE los deja pasar.

A la política de la dirección de ATE debemos contraponerle una decidida campaña por el urgente llamado a asambleas y un congreso de delegados de base de toda la CTA.

Al cuadro de salud se suman los despidos en el Iadep y en Estadística y Censos, la ocupación del Ministerio de Desarrollo Social por parte de los trabajadores, la masiva jornada de Aten, que en asambleas votan por un plan de lucha unificado y el reclamo de los compañeros del Epas para que se concrete el acuerdo obtenido en su reciente lucha.

La dirección de la CTA convocó a un paro aislado para el miércoles 28, producto de la presión, todavía dispersa, desde cada sector. Tenemos la necesidad de transformarlo en una iniciativa por un plan de lucha conjunto que supere la parálisis de la dirección y enfrente la política del gobierno.