Las empresas Renesa, Petrolera Argentina y Maikop S.A, pertenecientes al grupo Más Energía y vaciadas por esa patronal, han sido ocupadas a partir del 7 de marzo por sus trabajadores. La medida tiene lugar luego de recibir suspensiones y telegramas de despidos, y cuando se adeudan hasta 8 meses de salario (más sumas paritarias y premios en algunos casos).

 

La industria en cuestión fue montada durante los años de gobierno kirchnerista con préstamos ruinosos provenientes de Nación, de la provincia gobernada por el MPN y de los municipios locales de Cutral Có y Plaza Huincul. Los resultados de los de negociados con esta patronal vaciadora, que no ha invertido un peso de esos créditos, están a simple vista: decenas de familias en las calles.

 

La burocracia sindical de petroleros, que había encarado el conflicto con una impronta luchista, finalmente mostró su verdadera cara pro-patronal, planchando el conflicto. Los trabajadores, entonces, decidieron avanzar con la lucha, desconociendo el mensaje mafioso del burócrata Guillermo Pereyra para todo aquel que tomara determinaciones por fuera de la conducción: "no hay que sacar los pies del plato del sindicato", advirtió luego de su brutal entregada del convenio mediante la firma de la adenda flexibilizadora en el rubro. Por su parte, el sindicato aceitero de Bahía Blanca, que nuclea a los trabajadores de Maikop, ha brillado por su ausencia.

 

Luego de cumplir con todos los plazos legales, abrir expediente en el Ministerio de Trabajo y hasta presentar –a través de la bancada de Patricia Jure, del PO-FIT– un proyecto de declaración en la legislatura neuquina para que se paguen los salarios adeudados, los trabajadores salen a defender sus puestos de trabajo mediante el método de la ocupación, en consonancia con los gráficos de AGR Clarin y con las compañeras textiles del parque industrial de Neuquén.